viernes, 19 de diciembre de 2014

Adios amiga...

Hoy nuestro proyecto se ha quedado un poco más pequeño. Hoy se ha muerto L. Ha sido haciendo lo que más le gustaba, paseando con J. por la mañana. Al volver a casa, saliendo del parque, una furgoneta que ni ha parado la ha matado en el acto.


Se supone que el blog es para compartir algo de alegría y cosas bonitas, pero no puedo evitar hacer esta entrada porque, con ella, se ha ido una parte de nuestro proyecto. Ya nada volverá a ser igual. Nuestro "rural project" se inspiraba en ella.

Mucha gente hoy en el pueblo me ha dado el "pésame", porque era una más para nosotros y todos estaban acostumbrados a vernos siempre con ella. Y esta tarde al salir del colegio, se han acercado los niños a nuestra casa a llamarla al portal... supongo que no se creerían la noticia y esperaban encontrarla ahí de nuevo siempre dispuesta a dar cariño.

Otros también me han dicho, con intención de consolarme, que era un "animal". Sí: no es una persona, pero tampoco tiene para nosotros categoría de "animal". Un animal es un conejo, un pollo, el periquito de tu vecina... pero ella era nuestra amiga, nuestra compañera, la que cuidaba de mi hija...

Así que perdónenme por este post y perdónenme si hoy lloro.

Revisión de los 4 meses

El pasado martes fuimos a la revisión de los 4 meses de Celia.

Sigue todo igual que en la de los 3 meses, ya que mantenemos la LME (lactancia materna exclusiva). Mi única duda eran las heces, porque dos días las hizo más verdosas. Se lo comenté a la enfermera y me dijo que era normal, que podría ser por mi alimentación... aunque en alguna web he leído también que podría ser por ingerir demasiada lactosa debido a no mamar "cada teta" hasta el final. Vete tú a saber. Lo importante es que no es nada preocupante.

Pesa ya 7,100 kg y mide 64,5 cm. En peso ha subido del percentil 75 al 90 y en altura se mantiene en el 90.

Le pusieron dos vacunas, una en cada muslito. En esta ocasión, ya me tenía el repertorio bien preparado y justo antes del pinchazo le canté "los pollitos" en un muslo y "el patio de mi casa" en el otro. La pobre apenas protestó un poco, sin llegar al llanto. Al terminar, la puse en la teta y tan contenta...

No ha tenido fiebre en esta ocasión tampoco, pero sí que al día siguiente y aún hoy, habiendo pasado más de dos días, tiene un pequeño moratón en cada muslo y se le nota un bultito.  Cada vez que la cambio me da ternura/penita vérselos... mi pequeñita :)

Me preguntó también si ya se ríe a carcajadas y sigue objetos con la mirada. Las dos respuestas afirmativas. Lo de los objetos ya hace tiempo que lo hace, pero las carcajadas son más recientes. Además, hay que motivarla, no las hace así porque sí... aunque supongo que cada vez irán en aumento... O me sale al padre y es "seriota" la peque...

Parece ser que los dientes ya le "apuntan".  Cuando me lo dijo me entró un sudor frío pensando en mis pobres tetitas... creo que cuando le salgan los dientes una se irá de vacaciones y la otra cogerá la baja laboral...

Tenemos cita para Enero con la revisión de los 5 meses y ya me advirtió que hablaríamos de la introducción de las frutas y verduras. Le pregunté extrañada por qué a los 5 meses si la OMS indica que hasta los 6 se recomienda LME si le estás dando el pecho y me dijo que era lo convenido por los pediatras (en contra de la OMS? Perfecto, entonces...). Para no discutir otra vez le sonreí y le dije que bien.

Otro sinsentido más... ¿por qué si la OMS dice a los 7 (hasta los 6 quiere decir que se tiene que empezar a los 7) tenemos que adelantarlo a los 5? ¿Somos más "avanzados" aquí en España, tienen comisión en la frutería o cómo va esto?

En fin... que yo diré que sí a todo y ya iré haciendo según vea a la niña. No creo tampoco que una semana o dos hagan la diferencia ni por arriba ni por abajo... pero 2 meses sí, es la mitad de su vida hoy por hoy!

Ya me veo inventándome anécdotas con la fruta para la revisión del 6º mes: "Uy, el plátano le encanta". "Ayer se comió media pera y una manzana". "Parece que el kiwi no le gusta mucho"...  Se aceptan sugerencias!

viernes, 12 de diciembre de 2014

Volando


Una de las cosas que más le gustan a Celia es "volar". Me pongo boca arriba, la subo a mis rodillas y la balanceo adelante y atrás, arriba y abajo y hacia los lados mientras que canto "Volando voy, volando vengo..."

Se parte de risa y suelta alguna que otra carcajada.


Se me están poniendo unos abdominales que ríete tú de la operación bikini!

Y cuando me levanto medio renqueante, pienso que no tenía que haber esperado a los 34 para ser madre...

viernes, 5 de diciembre de 2014

Ideas para bebés: patucos largos

Estoy "en contra" de ponerle zapatos a Celia. Alguna vez que he probado, la veo super incómoda y además, si no tiene que caminar, ¿para qué necesita zapatos?

Sin embargo, estos días de bajas temperaturas veo que cuando le pongo vestido y leotardos, los pies se le quedan fríos. Los patucos "normales" tienen el problema de que se le caen continuamente o si no, se los quita. Así que su bisabuela le ha tejido estos larguitos que son abrigados, anti-caída y como ha dicho su madrina, de lo más trendy... ¿os gustan?


domingo, 30 de noviembre de 2014

La primera regla después del parto

Hace un par de semanas, cuando Celia cumplió 3 meses, me volvió la regla.

No estaba ni mucho menos preparada para que ocurriera. Me levanté muy cansada (pero como hay días que voy que no puedo ni con el alma, pensé que era normal). Y a media mañana apareció, después de casi un año!

La duración fue normal, no tuve dolor de ovarios, pero sí de cabeza. Un par de ibuprofenos algún día que era más agudo el dolor y como nueva.

Fue un momento bastante significativo, porque fui consciente de que voy a volver (o ya había vuelto) a ser fértil, podría tener otro hijo, etc. Así que... métodos anticonceptivos: welcome back. Qué pereza...

Estaba bastante sorprendida, porque siempre he alimentado a la peque con lactancia materna exclusiva y a demanda... así que lo comenté con mi amiga matrona, que me dijo que era más pronto de lo esperado, pero normal. Las tomas siguen siendo muy a menudo, nunca pasan más de 2,5- 3 horas entre una toma y otra. Y a veces, tan sólo 20 minutos :) Sin embargo, mi cuerpo ha decidido que ya está preparado... ahora habrá que ver si lo está o no (os recomiendo este artículo de Matronaonline).

Finalmente, contaros que hoy estamos de celebración: hoy hace 1 año que me levanté y me hice el test de embarazo a escondidas de lo que algo más de 9 meses después, se convirtió en Celia. 

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Revisión de los 3 meses

Esta semana hemos tenido la revisión de los 3 meses con la enfermera de pediatría.

La dinámica ha sido igual que en las anteriores revisiones:

- Primero, nos ha preguntado qué tal va todo, si está todo bien, etc. Este mes ha ido todo muy bien, como en los anteriores, así que no nos extendemos mucho.

- En segundo lugar, toca desnudarse (que le encanta), pesarse y medirse. Pesa 6,200 y mide 62. Está en el percentil 75 de peso y en el 90 de altura. Sigo teniendo un montón de leche (chiringo y voy mojando sujetadores y camisetas) y me ha comentado que es porque la niña es muy grande y tiene mucha demanda.

- Después, le puso la vacuna: Prevenar, que es para la meningitis. Como no entra por la Seguridad Social, es optativa, pero decidimos dársela ya que la meningitis puede ser mortal.

Y por último, nos sentamos un ratito con la enfermera en su mesa y charlamos. En esta ocasión, me preguntó sobre cómo dormía. Primero, me preguntó si aún dormía en la habitación (sí, y en nuestra cama... pero no se lo dije). Le dije que sí, que dormía en nuestra habitación. Me preguntó si dormía toda la noche o iba tetando. Justo esa noche se llegó a despertar hasta 7 veces!

A todo esto, le sumamos que le comenté que nunca jamás se ha dormido sola: hay que acunarla, mecerla o pasearla para que se duerma... y ya teníamos la "bronca". Me preguntó si había leído el "Duérmete niño" y me dijo que había cosas muy interesantes en el libro. Le comenté que sí que lo había leído y que no estaba para nada de acuerdo con nada de lo que dice. Después de intercambiar opiniones y viendo que no nos íbamos a poner de acuerdo, me dio un papel (fotocopia) que no tiene desperdicio sobre cómo hay que inculcar "una buena higiene de sueño" desde los 0 meses. Dice cosas con las que no estoy para nada de acuerdo, como que hay que poner al niño en la cuna y no estar presente cuando se duerma o que colechar hace que el niño no tenga un buen descanso.

También dice que tienen que dormir con un peluche, aunque no se si se refiere a esto...
Chaqueta: Made in La Abuela

Al final, como ella también está convencida de lo que defiende, me dijo que le estaba inculcando "malos hábitos de sueño", a lo que le respondí con una sonrisa diciéndole que qué hábitos iba  a tener con 90 días de vida... Si un día se queda dormida en la hamaca, al otro día hay que dormirla en la teta y meciéndola... cada día es diferente y ella aún no ha encontrado su equilibrio.

La enfermera es un encanto y la aprecio un montón (salvó mi lactancia, como quién dice, ayudándome a dejar las pezoneras) pero no vamos a comulgar en esto... Seguramente ella tenga razón y razones para recomendar lo que recomienda, pero considero que cada niño es un mundo y a mi hija la conozco yo. Se que si la dejo en la cuna y espero que se duerma sin estar con ella, sería hasta cruel. Y lo mismo con el colecho... aún teniendo la cuna sidecar, veo que duerme mucho más profundamente y "agustito" 5 cm hacia mi colchón que 5 cm hacia la cuna.

Por otra parte, no acabo de entender por qué un pediatra se tiene que "meter" en algo tan privado como en la forma de dormir... creo que cada uno debe hacer lo que considere que es mejor para su hijo/a sin tener que intentar aplicar una "norma" común a todos los niños. ¿Qué padre o madre no va a querer que su hijo/a duerma bien?

¿Qué opináis? ¿Soy demasiado condescendiente? ¿Desde qué edad creéis que se pueden aplicar rutinas o hábitos para irse a dormir?  ¿Algún consejo?


jueves, 6 de noviembre de 2014

Harmony test: la salud de mi bebé después de nacer

En la semana 11 de gestación nos hicimos el Harmony Test. Antes de decidirnos a hacernos esta prueba, busqué en cientos de páginas en internet y en muy pocas encontré información de los padres sobre este test y otra cosa que me preocupaba: el antes y el después. Mi duda era: ¿realmente los resultados se cumplieron y esos bebés no presentaban las anomalías cromosómicas que mide el test?

En nuestro caso, fue así. Con tres meses, a Celia no se le ha detectado ninguna anomalía cromosómica ni ningún otro problema de salud. 

Nada más nacer, le hicieron el test de Apgar con resultado 9/10. Y en la prueba del talón, salió todo bien a la primera. En el resto de revisiones con la pediatra, también siempre ha salido todo bien.

Otro resultado que confirma el test es el sexo y, obviamente, es chica, tal y como nos dijeron :-)

Finalmente, comentar que después de tener a mi bebé conmigo, sigo pensando me volvería a hacer el test sin dudarlo. Ya no sólo por estar preparados frente a lo que pudiera pasar, sino porque a mi, personalmente, me dio una tranquilidad durante el resto del embarazo que no tiene precio. 

Y hablando de precio... espero que en los próximos años el test se "democratice" y los precios estén al alcance de más parejas. Para nosotros supuso un sacrificio económico grande y en un momento que no nos iba nada bien, pero pudimos pagarlo. Ojalá algún día pueda estar al alcance de todo aquel que desee hacérselo! Aunque tiendo en cuenta el oligopolio de los laboratorios y los tejemanejes que se traen entre manos... difícil lo veo.

Repito, como en el anterior post, que hacérselo o no hacérselo es una decisión personal. Sólo intento reflejar mi vivencia aquí para informar a otras mamás sobre mi experiencia con el test, por si les puede ayudar. 



sábado, 1 de noviembre de 2014

Halloween en el pueblo

El año pasado me pilló Halloween desprevenida... resulta que J. nació el 31 de Octubre (y yo el 4 de Julio... no se puede ser más Made in USA) y el año pasado, como era nuestro primer año en la casita, le organicé una fiesta sorpresa con sus tíos, mis cuñados y sus padres.

Colgué unos globos de colores en el balcón principal y decoré la casa por dentro con más globos y guirnaldas.

A eso de las 5 de la tarde, antes de que J. llegara del trabajo, ya tenía en la puerta a los primeros zombies de metro de estatura pidiendo "Truco o Trato". Menos mal que para el cumple había comprado gominolas y pude pagar el tributo :-)

Este año volvimos a repetir reunión familiar, pero ya tenía mi cuenco de caramelos preparado en la entrada. Nos visitaron unas brujitas preciosas y Celia se llevó un buen susto.

Es increíble lo bien que se lo pasan los niños en el pueblo en Halloween. Las caritas de ilusión cuando consiguen caramelos no tienen precio.

En la ciudad no podría jamás celebrarse así... aquí aunque algunas madres están más o menos pendientes, la mayoría van solos desde los 5-6 años. Van siempre en grupo y cuidan unos de otros. Corren por las calles, gritan, ríen y se asustan. Aún se les oía a las 2-3 de la madrugada.

Está claro que vivir en la ciudad tiene muchas ventajas, pero vivir en el pueblo tiene otras. Hoy hemos ido a un Centro Comercial en Zaragoza y había una cola de 30-40 niños para hacerse una foto con una calabaza... también tenían mucha ilusión, pero no es lo mismo...

miércoles, 29 de octubre de 2014

Hoy he vuelto a ponerme el anillo de casada...

... no porque estuviera enfadada con J., sino porque no me servía.



La buena noticia es que ya he vuelto a mi peso antes del embarazo... y la mala... que aún me sobran esos 4 kilos que ya había ganado por aquel entonces.

Llamémoslo "pueblo", vida contemplativa, trabajo de ordenador, mini Cornettos para merendar o cosas propias de la edad. El caso es que una vez llegados al punto 0, nos queda un duro camino hasta llegar al -4. Pero sospecho que Celia colgada en la teta y el poco tiempo que tengo para hacer de comer ayudarán bastante :)

martes, 28 de octubre de 2014

Método rápido para matar pulgas

Aviso: este post no es apto para escrupolos@s... pero creo que mi experiencia (amplia) como dueña de gatos y perros puede ayudar a otros dueños de mascotas.

Cuando los animales son adultos, lo más fácil es ponerles una pipeta, un collar o rociarles de vez en cuando con spray. Normalmente en casa usamos los tres métodos:

- A la perra:

  • En primavera-verano: lleva el collar Scalibor (previene también la picadura de mosquito), pipetas Advantix (también contra las picaduras) y la rociamos con spray de Citronella antes de sacarla (también para los mosquitos... estamos en zona roja de Leishmaniosis). 
  • En invierno: sólo el collar.
- A los gatos: 

  • En primavera-verano: pipetas Frontline para gatos (ojo con no poner la pipeta de perros a gatos, es altamente tóxica). También se les puede echar spray, pero no les gusta nada. 
  • En invierno: nada, porque no salen de casa. De todas formas, los vigilo y si veo cualquier rastro de pulgas, repito con pipeta.
Sin embargo... y aquí viene lo escatológico de la cuestión... cuando son muy pequeños, no soy partidaria de echarles ningún químico, así que normalmente les saco las pulguitas a mano. 

Si alguna vez habéis sacado una pulga, sabréis que es muy difícil matarlas. Son muy rápidas, saltan, etc. Hay gente que las aprieta entre dos uñas o contra algo. A mi me daba mucho asco y además alguna vez se acaban escapando. Así que "inventé" un método mejor: el método del cubo de agua

¿En qué consiste?

Sentada en el jardín con un gatito de días que estaba lleno de pulgas, me puse un cubo de agua al lado y cada pulga que sacaba, la "ahogaba" en el cubo de agua. Al final, tenía en el agua flotando unas 15-20 pulgas. Creo que así no acaban de morir, así que cuando acabé, eché el agua por el WC y listo. 


Conozco a mucha gente con animales y nunca se les había ocurrido este método. A mi me parece, dentro de lo asquerosillo, de lo más eficaz. 

¿Vosotros tenéis algún truco?

lunes, 27 de octubre de 2014

HANDWRITING TAG

Ya os habréis dado cuenta de que no soy muy dada a participar en carnavales, premios,etc. Me encantan, pero al final siempre lo voy dejando y se me acumulan demasiados.

Sin embargo, no podía dejar de recoger el testigo de una de mis amigas más cercanas en esto del 2.0: Gestando una idea. Además, así os cuento un poquito más de mi y os enseño mi letra.

Sí, normalmente escribo con mayúsculas... porque si no, nadie me entiende. Ni siquiera yo!

Lo que se tiene que escribir es lo siguiente:

  • Tu nombre.
  • Tu blog.
  • Frase favorita.
  • Canción favorita y el autor.
  • Tres palabras que te definan.
  • Lo que siempre has querido decir y nunca has dicho (a ti mismo o a alguien en concreto).
  • Invitar a 3 blogs a hacerlo.
Y estas son mis respuestas y mis tres nominadas... muy atentas! 

Podéis hacer click en la imagen para ampliar

martes, 21 de octubre de 2014

Celia ya tiene 2 meses!

Parece que fue ayer cuando salimos para el hospital a ritmo de Born to be Wild... pero no, fue hace ya dos meses.

Por ahora esto de la maternidad ha sido bastante intenso... entre otras cosas porque he tenido que volver a trabajar casi inmediatamente y de forma muy intensa, así que la mitad del tiempo me siento culpable de no dedicarle tiempo a Celia y la otra mitad de no estar trabajando...

Celia está cada día más bonita. Sigue siendo una yonki de la tetita, pero ya va espaciando más las tomas... entre otras cosas porque ya se va fijando en las cosas y la distraemos con juguetes, canciones, meneos y todo lo que se nos pasa por la cabeza!

En la revisión de los dos meses ya pesaba 5,300 kg y medía 58,6 cm. Es decir: ha engordado 1,300 kg en el último mes y ha crecido más de 4 cm!

Hoy hemos estrenado esta camisita (talla 6 meses) y ya no le abrocha en el cuello...


Parece que poco a poco todo va encajando: nosotros, ella, el trabajo, la familia y la casa... y es ahora cuando me siento y puedo ver lo feliz que soy por tenerlo todo en este instante. Y dentro de una hora, ya se verá.

sábado, 11 de octubre de 2014

Encaje de bolillos

Cuando tienes un bebé, te das cuenta de la cantidad de gente que hay a tu alrededor que te quiere y aprecia.

Te mandan recuerdos, se preocupan por saber cómo estás, cómo está el bebé... y también te hacen regalos que desprenden amor.

Hoy hemos recibido este juego de sábanas, hecho por la madre de la madrina de Celia. Es una artista del encaje de bolillos. Y lo lleva en los genes, como tantas mujeres de "A Costa da Morte".



Aunque no leas este blog, gracias M. por haber hecho algo con tanto cariño para nuestra niña. Y gracias por tu ejemplo y por tus frases que dictan sentencia y están llenas de la sabiduría de quien ha tenido que abrirse paso en la vida.

¿Y a vosotras, qué regalo os ha emocionado especialmente?

martes, 30 de septiembre de 2014

Rubia o Pelirroja?

Esa es la cuestión... o al menos, a pesar de lo poco trascendental del tema, es lo que me preguntan cada vez que me paran por la calle para ver a Celia. Y por ahora, parece que está la cosa empatada!

Si la ves cerca de J., parece más pelirroja (debe ser que le refleja), pero si la ves sola y a la sombra, parece más rubia.



El mejor comentario hasta el momento, el de una señora en Ikea: -"Ay, ojalá se parezca al padre, que me encanta el pelo pelirrojo". (Bien, señora, a mi evidentemente también, pero las castañas también tendremos derecho a la vida, no?)

Y el más tierno, sin duda, el de M., una vecinita de 6 años que me preguntó si sería rubia o pelirroja. Le dije que habría que esperar para saberlo y puso cara de decepción. Entonces, le pregunté qué le gustaría a ella que fuese y me dijo que mejor pelirroja, porque así tendría pequitas como ella. Además de una pecosa preciosa, es un amor :-)

Y vosotras, ¿qué opináis?

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Conociendo a Celia

Mañana hará un mes y medio que hemos visto por primera vez a esta cosita tan bella y cada día que pasa la vamos conociendo más.



Ya sabemos que le gusta que le echemos agua por encima de la tripita cuando la bañamos, que le cantemos la canción de los pollitos cuando se despierta, quedarse en bolingas en el cambiador y pasear viendo los techos con papá. 

También que le encanta ir en coche, ir al huerto del abuelo y pasear en la mochila bien pegadita. Se calma al momento cuando la sacamos a nuestro futuro jardín "a ver el olivito", según J., que es lo único verde ahí fuera... 

No le gusta que L. la lama cuando nos descuidamos y se aparta y pone caras raras. Tampoco que te pares cuando vas a pasear, ni que le limpies los ojitos con suero. Los restaurantes no le van, sólo lo intentamos una vez y tuvimos que coger la comida para llevar... 

Ha sido un mes y medio de muchos momentos bonitos y algunos momentos malos. Pero sin duda todos han sido inolvidables!


miércoles, 10 de septiembre de 2014

Yonki de la teta

Si buscas "Yonki de la teta" en el diccionario, sale una foto de Celia.

Los comienzos con la LME fueron lo peor: en el hospital con el sacaleches+jeringuilla porque no se agarraba al pezón. Dejamos el sacaleches por niña+ pezoneras. Y, finalmente, dejamos la pezonera por niña directamente a la semana de estar en casa.

Por las noches duerme muy bien, sólo se despierta para hacer 3-4 tomas de unos 10 minutos y volvemos a dormir (bendito colecho!), pero por el día (de 10 de la mañana a 11 de la noche) sólo quiere teta. Intentar hacer algo que no suponga tener la teta fuera es misión imposible, parece que sólo tiene programados dos modos diurnos: teta o llanto inconsolable.

Por supuesto que me encanta poder darle el pecho y no lo cambiaría, pero para que mentir: es un sacrificio importante. Además de encontrarme 12 horas atada al sofá o a la cama (aún no logro hacer piruetas, caminar o ir al baño con la niña en la teta), me encuentro con que al final del día mis pobres pezones no soportan ni el roce del camisón. 

Y ni que hablar de los moratones en los pezones (producto de algún chupetón fuera de sitio con alevosía y nocturno) y del accidente de la pezonera... cuando una noche me la coloqué justo encima del pezón y después de una media hora chupando nos dimos cuenta (Celia también se dio cuenta porque no salía nada). "Unfortunately" ya me había "formado" un pezón encima del pezón real y todo acabó en una herida a carne viva y la consiguiente postilla y cicatriz de guerra. 

Todas las madres con las que lo comento me dicen que es una etapa y que la cosa va a mejor (pero también decían que las contracciones tampoco dolían tanto...)






miércoles, 27 de agosto de 2014

Mascotas y bebés

Una de nuestras "preocupaciones" cuando empezamos la aventura de ser padres era cómo se lo tomarían los ya habitantes de la casa: L., U. y T.  Y pongo "preocupaciones" entre comillas, porque uno ya conoce a sus animales y sabe más o menos cómo van a reaccionar. El problema, otra vez más, es la gente. Y es que desde que dimos la noticia del embarazo, al menos 4-5 veces al mes hemos tenido que escuchar todo tipo de comentarios sobre los peligros múltiples y variados de tener un bebé y animales en casa.

Hoy me voy a centrar en el comportamiento, dejando de lado todo tipo de amenazas toxoplásmicas, parasitarias, de quistes chungos, etc.

En cuanto a los gatunos no había ninguna duda. Quienes tenéis gatos, a no ser casos especiales, ya sabéis que por lo general hay dos tipos de gatos:

1) los que van a su rollo, tipo U., que es un asocial y
2) los que son demasiado cariñosos, tipo T., que podría estar todo el día pegada

En la siguiente secuencia donde están los dos viendo a la perra de mis padres, os daréis cuenta de la reacción tan diferente: mientras que cuando la perra se acerca T. da un paso al frente y se agacha para acercarse, U. se retira y se pone a la defensiva: 
U. y T. observando a la perra de mis padres. Secuencia de: hay un perro ahí fuera/ el perro ha entrado/ el perro ha entrado y se ha acercado

Uno y otro tipo son inofensivos: los primeros, porque ni se acercarán al bebé, y los segundos, porque lo único que quieren son mimitos y no le harán daño. Además, un gato pesa unos 3-6 kilos, así que no supone una gran amenaza.

En el caso de L. es diferente... es una perra de casi 20 kilos y aunque no es nada violenta, sí que sabíamos que tendríamos que tener más precaución en el momento en que se conocieran, estar con las dos en la misma habitación, etc. porque simplemente con un mal golpe que le pueda dar con una pata ya le podría hacer daño.

Os cuento las reacciones de cada uno:

Cuando llegamos a casa del hospital, estaban sólo los gatos (L. se había quedado con mis suegros). El primero en darse cuenta de que había llegado un bebé fue U. (que es el más veterano y el más listo). Dejamos el maxicosi en el suelo, se acercó y la olfateó, manteniendo la distancia siempre. Una vez olfateada, se retiró y ya no se ha vuelto a acercar a menos de un metro.

A T. la tuve que despertar porque como estaba durmiendo no se enteraba de nada. En cuanto vio el maxicosi en el suelo, salió medio corriendo para ver qué había dentro. Cuando se dio cuenta de que lo de dentro se movía, dio un paso adelante hasta poner la pata delantera dentro del maxicosi (un poco bruscamente) y el maxicosi se tambaleó. Y aquí viene lo mejor, porque U., que estaba viendo la maniobra de T. que es un poco alocada, vino enseguida y la echó literalmente del maxicosi dándole un par de toques con la cabeza, marcándole el territorio del bebé. T. se dio por enterada inmediatamente y se retiró. En el caso de T., como es tan "pegadiza" sí que se ha acercado a ella varias veces, pero siempre sin molestarla. Lo más extraño que ha hecho por ahora fue subirse al capazo y se acostarse en sus pies, pero sin tocarla (y la niña ni se enteró).

Con L. lo hicimos muy mal. Les pedimos a mis suegros que la trajeran porque nos vino visita (error), así que cuando la perra llegó estábamos nosotros dos (que hacía 3 días que no nos veía), la bebé, la prima de J. con su perrita, mis padres, mis suegros y mi cuñado... Total, que nerviosa de 0 a 10 un 11. Aún encima la niña la cogió mi suegra y no es muy amante de los animales, así que escapaba con la niña y le daba patadas a la perra. Un desastre total.

Hasta que se fueron todas las visitas y pasaron unas horas la pobre no se tranquilizó. Y una vez tranquila, ya todo fue sobre ruedas. Ahora la trata como a uno más de la manada. Si llora, viene la mira. De vez en cuando intenta darle un lametón, pero adaptado al tamaño de la peque, le da lametones pequeños... La respeta mucho y necesita ir a saludarla por las mañanas y antes de irse a dormir. Es un amor.

Ni que decir tiene que no hemos dejado nunca sola a la peque con ninguno de los tres sin vigilancia, a pesar de que todo va muy bien. En la siguiente etapa, cuando empiece a caminar, aún tendremos que estar más atentos porque puede ser un problema que agarre a alguno de los gatos o que intente sacarle la comida a la perra. Con esto último hay que tener especial precaución.

Y eso es todo desde este pequeño zoológico que tenemos en casa montado. Así que futuras mamás que tengáis mascotas en casa: no pasa nada. Tomaros vuestro tiempo, estad tranquilas y ya veréis qué rápido se adaptan!

jueves, 21 de agosto de 2014

El parto

Son las 7:11 de la mañana, he dejado a Celia durmendo en la cama con J. y me he levantado a escribir mi parto, pensando sobre todo en Isa y en Deanmaine Domina Ignis que están al caer y darán a luz como yo, en el Hospital San Jorge de Huesca.

Historia del parto:
El miércoles 13 por la mañana tuve monitores. Tenía contracciones cada 10 minutos más o menos, pero no eran contracciones de parto, eran de las "que no duelen". Me hicieron al terminar monitores otro tacto vaginal y el gine me dijo que estaba aún muy verde y que si quería podía despegarme un poco las membranas (maniobra de Hamilton) para inducir el parto sin fármacos. Había pensado decir que no antes de entrar en monitores (ya me olía que me propondrían algo así), pero una vez allí, no me pareció mal intentarlo, sobre todo porque no quería llegar a la inducción con fármacos.
No me dolió mucho, sólo es molesto. También he de decir que lo hizo con mucha delicadeza, no sé si siempre será igual. Al salir, noté varias contracciones seguidas pero luego ya todo tranquilo. Volvimos a casa y parecía que seguía todo igual, no notaba ningún cambio.
Nos fuimos a dormir el miércoles pensando que no pasaba nada y que la maniobra no había funcionado. J. iba a ir a trabajar al día siguiente normalmente, aunque no sé por qué me dio miedo que se fuera (trabaja a 60 km de casa) pero no le dije nada.
A la 1:57 de la madrugada me levanté con dolores. Eran contracciones dolorosas en los riñones y en la barriga. Estaba contentísima. Me puse a caminar por la planta de arriba desde el baño hasta la puerta (el trayecto más largo) mientras que los gatos y L. me miraban como si estuviera loca. Puse música e intenté relajarme lo más posible mientras que caminaba moviendo la cadera.
A las 2:30 fui al baño a orinar y expulsé el tapón mucoso (esta vez sí que fue de verdad de la buena) y se veía perfectamente un tapón entero. Lo que debí echar con anterioridad tuvo que ser parte del tapón. Ya estaba feliz! Me puse a contar las contracciones con una aplicación del móvil y eran cada 5- 6 minutos, así que a las 3 desperté a J. con una sonrisa de oreja a oreja diciéndole que nos íbamos al hospital.
A las 3:15 rompí aguas. Me dio tiempo de llegar al baño a duras penas y meterme en la bañera para no manchar todo. Eran transparentes (un poco rosadas) pero ya nos pusimos a recoger todo rápidamente y en 20 minutos o así estábamos en camino.
En el camino, seguía echando agua (me había puesto dos compresas y llevaba una toallón doblado debajo del culo, pero aquello no paraba. Para cuando llegué al hospital tenía todo el pantalón empapado. En el coche iba mirando cada cuánto eran las contracciones y ya eran cada 3 minutos. J. a 120 km/h super nervioso y yo intentando aparentar tranquilidad para que no fuera tan rápido. Recuerdo que pusimos Rock FM y sonó "Born to be wild" y nos echamos unas risas cantando.
Entré en el hospital por urgencias a las 4:27 am. Le dije al celador que estaba de parto y ya ni pasé por admisiones ni nada, me cogió y me subió a la 2ª planta a monitores en una silla de ruedas.
En 5 minutos aparecieron el matrón y la enfermera. Me dieron un camisón para cambiarme, el matrón me hizo un tacto (el cuello casi sin borrar y 0 dilatación) y me enchufaron los monitores y me tuvieron allí un buen rato. Me dijeron que me ingresarían porque había roto aguas, pero no estaba dilatada para nada.
Estuvimos un buen rato hablando en monitores, yo en la camilla y ellos a mi lado, hablando de Galicia, del tiempo, de los recursos naturales... y cada vez las contracciones dolían más y más y ya no sabía cómo ponerme en la camilla.
Al final, me pasaron a la habitación con J. Nos instalamos, hinchamos la pelota de Pilates y nos preparamos para las contracciones. Eran ya dolorosas pero soportables y venían cada 2 minutos y ya no bajarían la frecuencia.
Cada vez eran más dolorosas. La única manera de estar bien era de pie, agarrada a algo cuando venía la contracción. Encontré la mejor posición agarrada a la mesilla de noche, que me quedaba a la altura de los codos y tenía como dos asas. J. se ponía entonces a mi espalda y me masajeaba los riñones. En una contracción intenté sentarme en la pelota y casi muero, no la usé en ningún momento! Dolía tanto que me temblaba todo el cuerpo y quería vomitar. Se me iba tanto la cabeza que mi máxima preocupación en ese momento era no vomitar en el suelo...
Ya en ese momento me di cuenta de que no quería pasar ese dolor las siguientes horas y que quería la epidural. Pensaba que dolería menos, pero era insoportable y no quería estar así. De todas formas, aguanté pensando que tenía que dilatar el máximo posible para acelerar el parto.
A las 7 estaba ya agotada, sólo tenía sueño pero me dolía a rabiar y no podía ni sentarme. En un momento intenté tumbarme y noté como si me partiera en dos del dolor. Posición tumbada descartada!
Le dije a J. que llamara al matrón. Vino inmediatamente y me hizo tumbarme para ver cuánto había avanzado: cuello del útero borrado y 4-5 cm de dilatación. Me dijo que él se iría a las 8 y vendría la otra matrona. Que aprovechara para darme una ducha a ver si me aliviaba las contracciones.
En ese momento ya no regía, me metí en la ducha pero ya ni hablaba ni nada. Encendí el grifo y me sujeté a una barra que había para agarrarse. Cerré la mampara y me quedé allí encerrada, pensando que por lo menos allí si vomitaba no mancharía nada... J. se sentó a mi lado, en el váter y me iba preguntando: estás bien, estás bien? Pero yo ya ni podía hablar. Intenté salir de allí un par de veces, pero dejar de hacer una cosa y ponerme a hacer otra era horrible, aumentaba el dolor aún más, así que no me moví de allí en una hora. En la hora que estuve en la ducha dilaté otros 2cm. Ya estaba de unos 7 y preparada para llevarme a la sala de dilatación, donde te ponen la epidural.
J. tuvo que esperar en la sala de espera hasta que me pusieron la epidural y después le llamaron.
Recuerdo que me hicieron tumbar en la camilla para llevarme a dilatación y el dolor era tan grande que sólo podía estirar los brazos. La celadora me decía que me haría daño, que los metiera dentro, pero no podía...
Al llegar a dilatación ya una contracción enlazaba con otra y me daba miedo que no pudieran ponerme la epidural por no haber tiempo suficiente entre contracción y contracción. Estaba ya desesperada de dolor y sólo decía: "Por favor, ayudadme, por favor!!". Vino el anestesista rapidísimo, la matrona, una matrona más joven y una enfermera. Enseguida prepararon todo y me hicieron sentarme en la camilla. Creo que la matrona me dijo que si podía ponerme en posición buda (perdona?? como para morir allí, vamos!). Al final valió con que relajara los hombros y agachara la cabeza hacia adelante. La matrona joven se puso delante de mi y me dejó agarrarla por los brazos. Casi le gangreno uno apretando, pobre.
Tengo muchas cosquillas en la espalda,es un reflejo... así que no era capaz de quedarme quieta para que me pincharan. Aún así, después de varias broncas, el anestesista me pinchó a la primera y me puso el catéter.
5 minutos después ya sentía las contracciones pero nada de dolor y empecé a relajarme poco a poco.
En todo momento sentí las contracciones y no se me durmieron las piernas, pero ya no había dolor y estaba feliz sabiendo que tenía que coger fuerzas para empujar y que saliera mi pequeña.
Estaba allí en dilatación en la camilla y llegó J. vestido de quirófano. Estuvimos allí charlando con las dos matronas y la enfermera unas dos horas, bromeando sobre si saldría pelirroja, morena o rubia.
En un momento la matrona se puso seria y me hizo girarme de lado. El latido de la bebé había pasado de 120 a 80 (no nos dijeron nada, pero lo estábamos viendo). Me intentaron recolocar el monitor pero lo único que pasaba era que se perdía el latido y se escuchaba pi- pi- pi. Me empecé a poner nerviosa. Veía sus caras y me asustaba. Sin embargo, no quería decir nada porque no quería que J. también se angustiase.
Al cabo de unos minutos eternos (quizás fue media hora), la matrona le pidió a la enfermera que preparara el paritorio y llamara al ginecólogo, aunque había oído que yo aún no estaba preparada. Había dilatado completamente, pero el periné estaba muy rígido y necesitaba algo más de tiempo.
El latido seguía bajo, así que vino el ginecólogo corriendo, me hizo empujar para ver cómo empujaría y me pasaron al paritorio enseguida.
El paritorio está justo enfrente a la sala de dilatación, sólo separado por un pasillo. Me llevaron allí en camilla y yo misma me pude pasar a la camilla del paritorio (tipo potro).
Las caras seguían siendo un poema, así que la cosa iba en serio. J. se situó a mi derecha, junto a mi cabeza y me sujeto mientras empecé a empujar con todas mis fuerzas, hacia abajo y sin gritar, para no desperdiciar fuerzas. Vi que el ginecólogo se subía a una silla y me empujaba desde arriba. Era otra de las cosas que no quería, pero no era momento para debatir alternativas. De todas formas, fue muy cuidadoso empujando y no me pareció nada peligroso. En un momento, dijeron que era rubita y yo sólo quería verla y que saliera de una vez.
En unas cuatro contracciones nació Celia, mientras J. me sujetaba la cabeza y se asomaba para mirar cómo salía su hija. Yo no quería mirar, pero recuerdo que la vi salir de refilón y me pareció delgadita y larguísima.
Me la pusieron en mi pecho aún enganchada con el cordón y lloró inmediatamente. Así estuvimos unos 10 minutos, mientras que la enfermera la limpiaba encima de mi y la iba vigilando. Mientras tanto, yo alumbraba la placenta, pero la verdad es que ni me enteré, tenía todos mis sentidos puestos en la niña.
Después la enfermera me dijo que la tenía que vestir e invitó a J. a que fuera con ella. Él encantado. La trajeron a los 20 minutos o así mientras me acababan de coser una episiotomía y un pequeño desgarro interno por las prisas.
Cuando acabaron de coser, vino una celadora para pasarme otra vez a la camilla. Me pude pasar otra vez yo sola, pero me bajó la tensión y me empecé a marear. Como sabía que me llevaban a la sala de dilatación para hacer el piel con piel y empezar a darle el pecho, pensé en no decir nada (total, ya estaba tumbada), pero lo comenté. Me tomaron la tensión y tenía 6/4, así que empezaron a enchufarme cosas en el gotero y como no funcionaba, llamaron al anestesista, que me puso "nosequé" y funcionó. Así que ya estaba preparada para disfrutar de mi bebé.
La enfermera y la matrona me ayudaron a ponérmela en el pecho y que se enganchara. Se enganchó, aunque no duró demasiado, pero seguí intentándolo.
Estuvimos una hora o así en la sala de dilatación y después nos subieron a planta. J. se fue a cambiar y a mi me llevaron con la bebé acurrucadita junto a mi en la camilla.
Al llegar a la segunda planta, nada más salir del ascensor vi a mi madre y a mi suegra en la sala de espera y vinieron todas emocionadas a saludarme y a conocer a su nieta.

La experiencia en el hospital:
Fue de 10. El personal, desde los de la limpieza hasta el ginecólogo estuvieron fenomenal y se portaron genial con nosotros. Ya no sólo a nivel profesional, sino personalmente. Por poneros un ejemplo, la enfermera que estuvo en el paritorio, apareció unas tres veces por la habitación sólo para visitarnos y ver qué tal estaba la peque. Y la matrona más joven incluso nos pidió permiso para sacarse una foto con Celia nada más nacer: me pareció precioso.
Me permitieron hacer lo que quise con la peque. La tuvimos todo el rato con nosotros en la habitación y sólo fue a los nidos (que también están en la segunda planta) para las revisiones del pediatra (sola, no te dejan ir con ella) y para cambiarse (pero a cambiarla sí la llevábamos nosotros y esperábamos allí unos minutos mientras que la cambiaban).
Con la lactancia me ayudaron un montón. Al final, después de venir unas 10 personas a ayudarnos a la habitación, el último día me fui a una sala que se llama "Lactario" (enfrente de los nidos), donde la enfermera de pediatría y la de nidos nos ayudaron a mi y a otras dos chicas a dar el pecho a los peques. Fue ahí donde me recomendaron las pezoneras y aseguraron el éxito de mi lactancia. Ya os contaré más detalles. Si tenéis problemas, os recomiendo ir al lactario porque ayuda a concentrarse y te puedes relajar hablando con otras mamás con los mismos miedos y problemas que tú.
J. pudo estar conmigo en la habitación todo el tiempo, a excepción de por las mañanas, de 9:30 a 12, cuando sólo pueden estar los pacientes (esto es lo único que creo que se podría mejorar, porque una cosa son las visitas y otra los acompañantes...).
En la habitación hay dos camas y te puede tocar con otra pareja. A nosotros nos tocó con un matrimonio que ya conocíamos de las clases de preparación, pero lamentablemente a ellos se les complicó el parto y los pasaron a otra habitación, así que estuvimos casi siempre solos.
La comida de 10 también! El día anterior te pasan un "menú" para que escojas lo que quieres desayunar, comer, merendar y cenar. Buenísima la verdura y el pescado nada mal tampoco! Yo me lo comía todo.
Los pendientes se los puso la enfermera de pediatría. Nos dijo que nos fuésemos de allí para no oírla llorar (pobrecita... nos quedamos con un mal cuerpo...) y se los puso perfectamente. En unos minutos estaba calmada, pero da mucha pena, la verdad.

Sobre la epidural:
A pesar de estar segura de que NO la quería, en cuanto empezaron las contracciones de verdad y eran tan tan seguidas, supe perfectamente que no quería aguantar ese dolor hasta el final. Era un dolor horrible y mi umbral del dolor debe ser muy bajo, porque lo tuve clarísimo.
Todo el tiempo me acordaba del post que había escrito y del que tendría que escribir ahora :-) pero en ese momento vi la luz. Y no me arrepiento, era lo que quería y fue un parto estupendo.
Sin embargo, creo que el haber aguantado gran parte de la dilatación sin ponerla ayudó a dilatar más rápido. También creo que ayudó mucho a dilatar estar de pie, caminar y dejarme llevar por el dolor en vez de intentar combatirlo. En cada contracción me dejaba llevar sin intentar frenar el dolor.

Hasta aquí mi parto. Es un post muy extenso y detallado y seguramente demasiado pesado para las que ya sois mamás, pero lo he escrito pensando en las que no lo son y, especialmente, en las que tienen pensado dar a luz en el Hospital San Jorge de Huesca.

lunes, 18 de agosto de 2014

Ya está aquí Celia!

Nació el 14/08/14 en 7 horas. Pesó 3240 gr. y midió 53 cm. Es rubita y preciosa. Fue parto vaginal con episiotomía y analgesia epidural (ya os contaré!). Estamos las dos muy bien, en casa ya desde el sábado: acostumbrándonos a la lactancia y peleando con los cólicos.
Estamos felices con nuestra bebé!

martes, 12 de agosto de 2014

Síntomas de parto

Estos días me he acordado mucho de mi época de ida de olla  buscando un embarazo, donde cualquier cosa me parecían síntomas de que ya había llegado el momento. Pero ahora no se trata de síntomas de embarazo, sino de parto.

Estoy 24 horas escrutando mi cuerpo a la búsqueda del más mínimo síntoma que me diga que la peque no piensa quedarse ahí para siempre.

Entre los síntomas que he experimentado estas semanas están:

- Contracciones no dolorosas: como ya os comenté, no las tenía muy identificadas. La sesión de monitores de la semana pasada me ha ayudado a reconocerlas y aprovecharlas (intento concentrarme en: "dilata, dilata" jejeje).
- Barriga alta/baja: este síntoma va variando a lo largo del día, sobre todo influido por la "sabiduría popular"... es ir a la carnicería y ya tengo opiniones de todas las clases: "baja, alta, media..." e incluso hay gente que se atreve hasta con pronosticar cuándo se va a producir el acontecimiento mirando la barriga: "en unas horas", "uyyyy aún falta mucho!..."
- Hinchazón de la cara: este también varía según la "sabiduría popular"... ha habido días que según alguna (palabras textuales) "ya estás deformada" (gracias señora, usted es muy maja también...). Ahora ya hace días que no me dicen nada al respecto, así que o bien ya no estoy tan hinchada o ya se han acostumbrado a mi nuevo careto tipo Carmen de Mairena...
- Expulsión del tapón mucoso: ayer lunes por la mañana sobre las 10 noté como bajaba algo y al ir al baño, con un papel vi que había echado una sustancia gelatinosa, con bastante más consistencia que el flujo normal. Supuse que era el "tapón mucoso" y me llevé una alegría!! Pero horas después me asaltaron las dudas: ¿me estaré inventando el síntoma? Pese a lo asquerosillo de la situación, me arrepentí de no haber sacado una foto para verificar que no habían sido imaginaciones mías...
- Y por último, mi favorito... ayer a mediodía me empezó a picar horrores la teta derecha, por la zona del pezón. Después de examinarla minuciosamente sin ver nada, me dispuse a buscar en internet el síntoma de la picazón de teta, a ver si era un prodomo del parto... no encontré mucha información, pero como "cada mujer es un mundo" pensé que quizás era un síntoma genuino mío... pena que por la noche me vi claramente una picadura de mosquito en el pezón, así que mi gozo en un pozo!

Y estas son las novedades por Villa Celia, a 40+ 5... mañana monitores, a ver qué nos dicen! Les seguiremos informando!

viernes, 8 de agosto de 2014

No news...

No hay noticias de la peque! Ayer fue mi FPP y también tuve mis primeros monitores (sin tener en cuenta el día que fui por urgencias).

"Monitores" en San Jorge es una sala donde hay dos camillas y dos máquinas (monitores) que controlan el latido del feto y las contracciones. Las camillas te permiten estar sentada con las piernas estiradas. La posición es bastante cómoda.

Primero pasas con la matrona, lee tu historial y te coloca los aparatitos. Te pone dos sensores redondos en la barriga con un gel (del tamaño de un donut más o menos) y te los sujeta con unas "correas", unas gomas bastante anchas color rosa.

Un sensor monitoriza los latidos y el otro las contracciones. Todo se va imprimiendo en la misma máquina y va saliendo la gráfica de la evolución.

Soy una friki de estas cosas, así que estaba la mar de entretenida allí viendo las gráficas de las contracciones y entendí por fin cuándo tengo una contracción, porque hasta ahora no estaba del todo segura.

En todo el rato que estuve, tuve dos contracciones más flojas y dos más fuertes. El latido de la bebé osciló entre 125- 145, con aceleraciones después de los movimientos... porque no paró de moverse todo el tiempo! Me comentó la matrona que un aumento del latido después de los movimientos es signo de bienestar fetal.

Estuve unos 30-35 minutos y después tuve que esperar  a la ginecóloga. La gine me hizo un tacto vaginal (que si bien no es agradable también os digo que no me dolió nada) para ver cómo estaba todo.

En resumen,  me dijo que aún está todo muy verde: la cabecita muy arriba aún y el cuello del útero cerrado. Y las contracciones que tuve parecían bastante fuertes pero estaban demasiado espaciadas (cada 20 minutos aprox.).

Tengo que volver el miércoles 13 otra vez a monitores, si no me pongo de parto antes, y supongo que volverá a ser el mismo proceso.

Ya os iré contando!

miércoles, 6 de agosto de 2014

¿Qué llevar para el papá al hospital? (Seguridad Social)


Esto es lo que hemos preparado para el papá, teniendo en cuenta que vivimos a 50 km del hospital y que tiene previsto quedarse conmigo al menos los tres días que de estancia que pasas en el hospital tras un parto normal. 

Consta de:
- Sudadera (por si el aire acondicionado está muy fuerte o para taparse por la noche).
- Dos camisetas: la de super murciélago fue el primer regalo que le hice cuando empezamos a salir :-)
- Ropa interior y calcetines.
- Una toalla pequeña (aunque creo que allí en el hospital a las visitas no las dejan duchar... a ver si despistamos a las enfermeras).
- Una almohada pequeña.
- Zumos!! (sobre todo pensando en mi, porque el anestesista me dijo que no me dejarían comer nada...).
- Unas bolsas de plástico, para la ropa sucia.
- Cámara de fotos bien cargada, con memoria y cargador. 
- Monedas sueltas para poder comprar cosas de las máquinas de vending. 

Otras cosas que habrá que coger a último momento:  cartera con documentación, móvil y cargador del móvil. 

Concluyendo estos tres posts, creo que es útil llevar las tres bolsas por separado... es más fácil mantener la organización teniendo cada uno su bolsa. 

¿Vuestras parejas llevaban su propia bolsa? ¿Qué os parece la idea?

En este post veréis lo que llevamos para Celia. Y en esta otra, lo que llevo para mi. 




lunes, 4 de agosto de 2014

¿Qué llevar para mamá al hospital? (Seguridad Social)


Tooodas estas son las cosas que he preparado para llevar al hospital en mi bolsa. Os las enumero a continuación de arriba a abajo y de izquierda a derecha:

- Pelota de Pilates y bomba para inflarla: creo que va a ser demasiado friki aparecer en el hospital con la pelota ya hinchada, así que igual la llevo desinflada y la inflamos allí.
- Pelota de tenis: mi amiga matrona me ha recomendado masajes en las lumbares con una pelota de tenis (que me los tendrá que dar J., claro está).
- Una bata (la estampada) y dos camisones (azul y blanco) abiertos por delante. Ya te dan camisones en el hospital, pero si me veo con ganas me pondré los míos y estaré al menos un poco más mona.
- Sujetadores de lactancia (llevo dos), discos de lactancia lavables y desechables (de ambos tipos) y braguitas de 100% algodón blancas (llevo 6).
- Un vestido blanco roto que me encanta (y me sirve) para salir del hospital. De calzado llevaré lo mismo que con lo que entre.
- Documentos maternales (llevo todo en una carpeta transparente).
- Havaianas lilas: en vez de llevar zapatillas, prefiero mis Havaianas, que también me servirán para la ducha. Además, nunca he tenido zapatillas de estar por casa de verano, voy siempre en chanclas.
- Libretita y boli para apuntar.
- Cargador del móvil, auriculares para el móvil por si me apetece escuchar música.
- Un regalito para J. (ya os contaré qué es, es sorpresa!).
- Una almohadilla de calor (dicen que también va bien para aliviar las contracciones)... aunque en agosto no sé si será buena idea... ya os contaré si la uso!
- Mis cascos de tiro: no puedo vivir sin ellos. Los uso para cuando tengo que concentrarme. Me los compré en el instituto, fueron conmigo a la universidad e incluso han ido conmigo de oficina en oficina (con el consecuente cachondeo de los compañeros). Básicamente ayudan a no escuchar nada, hacen un vacío y sólo escuchas el oído interno. Los llevo para poder concentrarme bien en las contracciones y desconectar del ruido de fondo que seguro habrá en el hospital... aunque también los podría usar para no oír consejos indeseados de las visitas ;-)
- Y, por último, tres neceseres:

1) Neceser de higiene:

 Con lo básico para J. y para mi para estos días: desodorante, gel e hidratante, cepillos de dientes, cepillo para el pelo, desmaquillante de ojos, mascarilla, champú, antiestrías, pasta de dientes, cacao y una muestra de Purelan.

2) Neceser de maquillaje:


No es cuestión de ponerse como una puerta, pero seguro que me apetecerá tener buena cara. Me llevo: gomas del pelo, horquillas y una cinta. Una ampolla que me regalaron de esas que prometen "flash beauty"... si funciona en este test de estrés, prometo que me la compro! Crema hidratante, maquillaje, perfume, rímel, lápiz de ojos, lápiz de labios, sérum, una esponjita para el maquillaje y una brocha (ahora escribiendo me doy cuenta de que me faltan los polvos...).

3) Neceser con cosas varias:
Con algodones, bastoncillos, una lima, una cuchilla de afeitar y unas toallitas que vienen en cápsulas de usar y tirar.

Además de todo esto, tendré que llevar mi bolso con mi cartera (importante llevar documentación y tarjeta sanitaria) y el móvil. J. llevará algo de dinero, así que a mi no me hace falta. Y no llevaré pendientes ni anillos ni nada... a la prima de J. en el hospital de Zaragoza se los robaron de la habitación cuando se fue al paritorio... así que mejor no llevar nada.

¿Echáis algo en falta?

En esta entrada, lo que llevo para Celia.

viernes, 1 de agosto de 2014

¿Qué llevar para el bebé al hospital? (Seguridad Social)

Hay muchos buenos post sobre qué llevar al hospital y que me han ayudado un montón a hacer mi lista de "must have", pero me hacía ilusión enseñaros lo que voy a llevar yo.

He preparado tres bolsas: una para Celia, una para mi y otra para J. No quería gastar en comprar bolsas de viaje de bebé (aunque me parecen preciosas), así que para Celia, he usado la del carrito; para mi, una que hace años que tengo y me encanta; y para J., que es el que menos cosas lleva, una que me regalaron con una conocida revista. 

Os enseño a continuación la de Celia.

Como es un hospital público, en principio no hay que llevar más que lo mínimo. Aún así, me he curado en salud y he puesto alguna cosa extra "por si..."


De izquierda a derecha y de arriba a abajo:
- Mantita de algodón negra, blanca y burdeos (de la marca Petunia Pickle Bottom). Es más gordita que una muselina pero no es una manta de lana... de todas formas, no creo que haga falta porque hace mucho calor, pero nunca se sabe. Además me encanta, así que la llevo aunque sea para presumir :-)
- Doudou de conejito blanco. Tengo otro precioso que me regaló Garbancita, pero se lo pondré en la sillita del coche.
- Muselina Aden&Anais blanca y rosa de bambú, para arrullarla.
- Cambiador (por si hay que cambiarla de camino a casa).
- Libro de familia (por si podemos adelantar algún trámite).
- Pendientes (llevo los dos pares que me regalaron, aún no me he decidido... importante llevarlos si quieres ponérselos, porque si no después será más difícil conseguir que alguien se los ponga). 
- Pañales, toallitas (aunque no creo que me hagan falta y no soy muy partidaria de utilizar toallitas ni si quiera fuera de casa).
- Ropita de primera puesta.
- Y por último, pero no menos importante: la sillita grupo 0 para el coche, que ya está colocada en mi coche. 

La ropita para la primera puesta no puede ser más sencilla: 

Llevo tres gorritos (por si en el hospital no le ponen y hace frío con el aire acondicionado), dos camisitas de batista, dos pares de calcetines (no me puedo decidir, son los dos preciosos) y un pantaloncito elástico pero de una tela preciosa tipo piqué.

Las camisas de batista son de un algodón finísimo y de manga larga. Las que yo he comprado tienen diferentes bordados pero el corte es el mismo. Son muy fresquitas, pero a la vez el bebé va tapadito y respetan la piel del recién nacido.  He comprado 8 para los primeros días.


Normalmente, por detrás son abiertas y cruzadas. Se supone que se sujetan con el pantalón, pero me parece muy incómodo, por lo que les he puesto un ojal y un botón muy planito para poderlas abrochar por detrás: 



¿Me he dejado algo? ¿Vosotras llevabais alguna cosa más?

Os enseñaré en el próximo post mi bolsa y la de J. ... espero llegar a tiempo! 

PD: os juro que las camisitas están planchadas... creo que mi cámara tiene demasiada resolución, porque no es normal lo arrugada que sale la ropa. Si alguien sabe qué filtro de photoshop hay que usar, que comparta el secreto! :-D

miércoles, 30 de julio de 2014

A una semana de la FPP!

Sí señoras, hemos llegado hasta aquí aún siendo una sola... parece que la señorita no tiene muchas ganas de desalojar.

La última eco la tuve el día 3 de Julio y hoy es 30 de Julio... ha pasado casi un mes sin noticias de qué pasa por ahí dentro y ya estoy impaciente... Ya se que estoy un poco mal de la cabeza, pero os confieso que hasta pensé ir por urgencias (sería la única manera de que me hicieran una eco, monitores o lo que sea) con cualquier excusa para que me digan qué hace Celia por ahí dentro, si se encuentra bien, si le queda líquido suficiente, etc. Esto no se lo he dicho aún a nadie porque me da vergüenza... pero hasta he pensado en ir yo sola sin contárselo a J. que seguro que me haría ver las cosas de forma racional no me dejaría ir :-)

Mañana tengo matrona, pero me temo que será más de lo mismo: tomarme la tensión y escuchar el latido de la peque, así que tampoco tendré toda la información para quedarme tranquila. Y el jueves que viene sí que ya será el gran día: Primeros Monitores!!... Donde podré desquitarme y machacar al/la pobre gine de turno a preguntas...

En cuanto a los síntomas, estas últimas semanas han sido las más durillas. Nada del otro mundo, sigo pudiendo caminar, subir y bajar, nadar, etc. pero sí que he tenido algún que otro achaque:

- Síndrome del túnel carpiano: básicamente no puedo abrir y cerrar las manos normalmente, las tengo como dormidas y sin fuerza. Es una sensación bastante desagradable pero ya me estoy acostumbrando. Eso sí, no me pidáis que abra el bote de los espárragos...

- Hinchazón en piernas, cara, manos y otros sitios varios: el calor ha llegado y por momentos parezco un globito. Los anillos hace tiempo que me los saqué, porque veía un día no iba a poder quitarlos... Lo que mejor me va para deshincharme es nadar y estar a remojo en la piscina. Si estoy un día sin ir, ya lo empiezo a notar. Da pereza, porque todo cuesta mucho más con el peso y el barrigón, pero vale la pena volver a casa como nueva. Además, estoy super contenta porque tenía un bikini monísimo que no me podía poner porque me quedaba grande en el pecho... y ahora lo lleno de sobras, no veáis qué escotazo se me está quedando!

- Dolor en la pelvis: sobre todo cuando estoy mucho tiempo quieta y me pongo en movimiento (por ejemplo por las mañanas, cuando me levanto de la cama), empiezo a tener un dolor en la pelvis que no es normal... parece que hubiera montado a caballo! Se me pasa una vez entro "en calor".

- Síndrome de la "niña inquieta": este no lo he visto documentado, pero es verídico. He leído en todas partes que cada vez tienen menos sitio y se mueven menos... pero Celia cada vez se mueve más. Interactúa conmigo cuando le hago cosquillitas en los pies (los tiene estratégicamente aplastados contra mi pulmón derecho) y cuando estoy comiendo es una fiesta... a veces hasta me tengo que poner de pie para poder coger algo de aire!

- El sueño: esto es lo positivo, cada vez voy durmiendo algo más. Esta noche ya he batido el record con unas 10 horas (no seguidas, pero han estado fenomenal).

- El ombligo: creo que no lo he comentado nunca, pero después de tener un ombligo de esos tan profundos como un pozo sin fondo... ahora lo tengo casi casi para afuera... sólo falta que Celia lo remate con una patada certera por dentro.

- Otros síntomas: lo peor es que me he enganchado a "Un bebé por minuto" por youtube y no puedo dejar de ver capítulos... incluso algunos los he repetido. Ya soy una experta en partos de toda clase! No puede ser más triste esta afición... y sí, tengo muchas cosas que hacer (sigo trabajando), pero en cuanto tengo un rato, ahí que me engancho!
Otro síntoma son los nervios familiares... mi madre está histérica, pero es que mi suegra también y hasta J. ya está ansioso, mis cuñados, etc. Incluso los vecinos están pendientes... el otro día vino una a preguntarme porque oía a L. ladrar mucho y pensó que podría estar pasándome algo :-)

Y por último, las que habéis leído mi entrada sobre la operación de T., comentaros rápidamente que aún sigue con los puntos y ya está mejor... pero el domingo tuvimos que ir de urgencias al vete porque se retorcía de dolor y no había manera de calmarla. La tuvieron que sedar y todo... Ya está bastante mejor y, en principio, el viernes le sacan los puntos. De todas formas, me alegro de haberla operado antes de que venga la peque, porque he tenido que estar muchas horas con ella y muy pendiente. No ha sido un postoperatorio nada fácil... comparado con U. o con L., la pobre T. lo ha pasado mucho peor.

sábado, 26 de julio de 2014

La habitación de Celia, mamá y papá

La semana pasada terminamos de arreglar la habitación donde dormiremos los tres. Como ya sabéis, la casita tiene más de 300 años, hacía más de 30 años que no vivía nadie aquí y seguramente más de 100 donde nadie había reformado nada... así que hemos tenido que hacer una reforma con mayúsculas.

La que va a ser nuestra habitación es la única que da a la fachada principal, por lo que tiene el privilegio de tener balcón.

Aunque la casa estaba muy mal, esta habitación no era de las peores... o por lo menos yo desde el principio ya le vi potencial y decidí que sería la nuestra. Debe estar partida, porque el tabique del fondo (donde están las sillas),  es el que dividió la casa y la fachada en dos con una línea vertical. En la otra mitad de la casa viven nuestros vecinos.

Este es el antes
La habitación tiene otra habitación muy pequeñita dentro (aunque seguramente antes de cortar la casa por la mitad, sería más grande). Le llamaban la "habitación del oro" (a la derecha, las fotos del medio y la de abajo). Cuenta la leyenda que ahí era donde guardaban el oro y que lo entraban a paladas... aunque os puedo asegurar que si había oro, ya no queda nada de nada. Lo que sí que confirma la leyenda es la cantidad de cerrojos que tenía la puerta de esta habitación, que era mucho más segura que las otras.

Parece que después esta habitación pasó a ser la habitación de la panadería, porque la puerta  de la habitación de oro está llena de anotaciones de cuánto pan se llevaba cada cliente y cuánto dejaban a deber. Me gusta tanto que la he dejado tal cuál y aún se puede leer la letra curva cuidadosamente manuscrita.

En esta habitación pusimos suelo, cambiamos el balcón por uno de madera y doble cristal, pusimos electricidad y pintamos (aunque de un color bastante parecido al original). La habitación del oro ha pasado a ser un vestidor, pero eso será otro post.

El resultado final ha sido el siguiente:


La decoración ha sido otra vez "low cost".

La cama y el colchón son de Ikea, al igual que la cunita de Celia (modelo Singlar adaptado como cuna de colecho, 19,99€).



Los cuadritos me los hizo una amiga de Coruña como regalo de boda. Son de cerámica y en uno pone el nombre de J, en otro mi nombre, el tercero el nombre de mi pueblo (donde nos casamos) y en el último, la fecha (1.9.12).


La lámpara es de cristal hecha a mano, también de Ikea, pero comprada en el apartado de últimas unidades a 5,99€ (cuesta 19,95€).

El balcón falta barnizarlo, porque el color original es tirando a naranja y lo he cambiado en el resto de ventanas por un color roble oscuro, pero con el embarazo me quedaron los tres balcones de la fachada sin barnizar.


El cojín es de terciopelo color vino (lo he hecho yo con un retal), a juego con la cortina de seda natural (Zara home rebajas: 90€ precio inicial, 9,95€ precio rebajado... un chollazo!) y también a juego con el color de los cuadros (que están anonimizados, como podéis ver jeje).




La funda nórdica es de Zara Home también. No recuerdo el precio, pero también la compré en rebajas. Es de algodón y tiene los bordes de encaje beig, aunque entre el pie de la cama y la cuna no luce lo que debería.

Por último, pusimos una alfombra que compramos en Suecia en el viaje de novios y que también nos hace juego con los colores de la habitación y nos recuerda lo bien que lo pasamos.



En esta foto podéis apreciar mejor la puerta de la "habitación del oro" que ahora es vestidor y la puerta de entrada a la habitación. La puerta no es la original (era de 1,65 de altura y J. mide 1,86), pero también es antigua. La compramos en un derribo con su marco original y la restauramos y pintamos con esmalte color blanco mate. 


¿Qué os parece el resultado? A mi me ha vuelto a sorprender lo bien que ha quedado teniendo en cuenta la poca inversión y la necesidad de aprovechar cosas que ya teníamos para no pasarnos del presupuesto.

Como curiosidad, os diré que aún no hemos dormido ahí, la tengo preparada para dormir cuando lleguemos del hospital con la peque. Así que hasta que seamos tres no la estrenaremos :-)



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martes, 22 de julio de 2014

Convaleciente

Pero no yo, sino T.T.

A punto de cumplir un añito (en Agosto), hemos decidido esterilizarla. Queríamos haberlo hecho antes, pero dudábamos por dos cosas:

Primero, porque es muy chiquitita de tamaño. De pequeña cuando la recogimos de la calle tenía todas las "itis" que pueda tener un gato y creo que, por ese motivo, se ha quedado más pequeña de lo habitual. Ahora mismo pesa 2 kg 600 gr.

Y segundo, porque no sale de casa. Como vivimos en el centro del pueblo y ella no desconfía de nada ni de nadie, me da miedo que la pueda coger un coche, un perro o lo que sea. Por eso, la tenemos siempre dentro, con toda la casa a su disposición. Y cuando terminemos de arreglar el jardín, pondremos un buen cierre para que no se pueda ir y también la dejaremos estar por fuera.

Sin embargo, hace un par de semanas estuvo en celo y se nos escapó un par de veces. Una de las veces estuvo una hora fuera. La encontró nuestra perra en un jardín cerca de casa. Le pedimos que la buscase y la encontró! Es más lista... no dejan de sorprendernos estos bichitos...

Así que hemos decidido operarla y operarla antes de que venga Celia, para poder estar yo estos días con ella, para que no se lastime, que no se abra los puntos, darle de comer y beber mientras tenga el isabelino, etc.

La operaron ayer por la tarde y esta mañana ya no podía tener más mimos, así que he hecho la vista gorda y la he dejado dormir en nuestra cama...


No sé si es por el embarazo, pero no me puede dar más pena. Me ha costado muchísimo tener que dejarla en el veterinario ayer. Y para ir a buscarla, fui con J., no quería ir sola.

Ahora sólo espero que llegue el día 1 que es cuando le tienen que quitar los puntos y que Celia se espere también hasta entonces!

Mejórate pronto T.T.!

miércoles, 16 de julio de 2014

Rincón de lactancia

A la pobre Celia antes de que nazca ya le hemos usurpado la habitación.

Después de lo bonita que había quedado con la cunita... ahora que se acerca el momento hemos pasado la cunita a la que será nuestra habitación (os enseñaré más adelante cómo ha quedado) y he aprovechado su habitación para hacer un rinconcito de lactancia donde podamos estar cómodas, solas (o con el papá) y fresquitas.

Este es el resultado:



Como veis, conseguimos el papel de la pared que nos faltaba y ya hemos colocado la cortina. También he colgado en la ventana un cuadrito con la foto en 3D que nos dieron en la eco.

Hemos comprado la hamaca Poang (me la han regalado mis padres por mi cumpleaños) en este estampado que además nos va con los colores de la habitación. Aunque la elección del estampado fue un poco forzada porque con los gatos necesitábamos la tapicería más resistente y esta, al ser de loneta, era la que más seguridad nos daba.

También he puesto esta mesita que me encanta. La restauró mi padre y me resulta muy cómoda para tener un apoyo para los pies. Y, seguramente, más adelante la utilizaré para dejar encima el agua, móvil, ordenador, etc.

El cambiador aún lo tenemos en la habitación, pero la idea es pasarlo al baño para más comodidad por si hay que lavarle el culete :-)

¿Os gusta el resultado?


domingo, 13 de julio de 2014

"Ahí te va una que no quiere la epidural!"

Así pasé de la consulta de la enfermera encargada de hacerte el electro a la consulta del anestesista. La frase es literal, aunque la enfermera era muy maja y creo que lo hizo más de broma que por ofender. O eso, o es que ya estoy tan escamada con todos los comentarios que he tenido que oír que ya no me lo tomo a mal.

Pues sí, señores, no quiero la epidural. Y no lo digo con la boca pequeña por si tengo que "retractarme". No la quiero y punto. Es mi decisión.

Intento no hablar del tema, pero alguna vez me han preguntado (y ahora en las últimas visitas al hospital ya es inevitable que te lo pregunten) y lo que suele pasar es:

- Te recuerdan que puede ser cesárea, parto instrumentalizado, etc. y que entonces te la pondrán sí o sí. Evidentemente, si es una cesárea no tengo ganas de que me abran en canal a pelo, ya soy consciente. También soy consciente de que puede pasar cualquier cosa y terminar el parto como nunca habías imaginado. Voy con la mente abierta a que pueda pasar cualquier situación en caso de imprevistos, pero suponiendo que el parto sea normal: no quiero epidural.

- "Uy, ya veremos al final qué pasa" o mi frase favorita: "igual no aguantas y la pides a gritos". Aquí también difiero. No es cuestión de aguantar o no aguantar, de que haga frío o calor o de que duela más o menos. Es una decisión. Mi decisión es no ponérmela y no me la pondré en un parto normal. Todas conocemos mujeres que se la han puesto y mujeres que no. Creo que mi cuerpo está tan preparado como el de cualquier mujer para pasar por ese dolor y quiero pasarlo. He hablado con J. largo y tendido sobre el tema y tiene claro que es lo que quiero y que tendrá un papel importante apoyándome en los momentos de flaqueza.

- "Si luego te tienen que intervenir de urgencia tendrá que ser todo más precipitado" (mi matrona dixit): esto es lo único que sí que me parece coherente, pero de todas formas, supongo que siempre hay algo de margen para poner anestesia epidural, general o lo que se requiera a última hora en caso de que algo salga mal. En la consulta de la semana pasada me hicieron el electro pertinente y también dejé firmadas todas las autorizaciones por si me la tienen que poner.

Ojo, no es que me crea más valiente ni más especial por no ponérmela. Para nada. Es una decisión personal, informada y muy muy meditada. No os voy a explicar aquí cuáles son estas razones, porque muchas quizás ni las puedo verbalizar. Es algo que forma parte de mi forma de ser y de lo que estoy segura es de que quiero experimentarlo. Para mi se trata de una decisión como ponerse un piercing o no: no vas a ser más "guay" por ponértelo o no ponértelo. No tienes nada que demostrar.

Es triste decir que al principio del embarazo, gracias a este tipo de comentarios, no me atrevía a tenerlo demasiado claro por lo que "pudiera pasar" y era de las que decía con la boca pequeña: "claro, claro, voy a ver cómo va e igual la pido". Ahora la situación es diferente. Me atrevo a decir que no quiero la epidural, así que en una situación normal (sigo con la coletilla...), no me la pondré. Para mi es como si no hubiera esa opción. Uno de los libros que han hecho que pueda afirmar sin reparos que mi decisión es no ponérmela ha sido "Parto seguro" de Beatrijs & Croon, Mariólle Smulders. La decisión ya estaba tomada, pero el libro me ha ayudado a dar el paso y saltarme la precaución para con los demás de no decir claramente lo que quiero en ese día. Quizás he encontrado en el libro la respuesta a algo que me ha faltado por parte de los profesionales: hacerme sentir que puedo conseguir parir como yo quiero.

Si finalmente pasa algo por lo que sí o sí tenga que ponerme anestesia/analgesia o lo que se requiera, tampoco tengo ningún problema. No creo que sea para nada un fracaso ni me llevaré una desilusión.

Y a vosotras, ¿os ha costado/os costará tomar esa decisión (ponérsela o no ponérsela) o lo teníais/tenéis claro desde el principio? ¿Os apoyaron/apoyan en vuestra decisión?



lunes, 7 de julio de 2014

La carita de Celia

El jueves pasado, el 3 de Julio (un día antes de mi cumpleaños) tuvimos la última eco. Como ya sabéis, nos hemos decidido por la Seg. Social, así que íbamos preparados para una eco normal, donde nos confirmaran que estaba todo bien, el peso y la posición de la peque.

En el hospital nos habían dado un papelito donde pone que no puedes hablar ni hacer preguntas mientras te están haciendo la eco, etc. para no interferir en el trabajo del ginecólogo. Digamos que el trato al final es más flexible, pero en las otras ecos no dejó de ser un tanto distante.

Fue muy bonito poder volver a verla cómo se movía... llevábamos desde la semana 20 (unas 15 semanas) sin verla y ya lo echaba mucho de menos. Y por supuesto, también quería que me confirmaran cómo iba todo por ahí dentro.

Me dijeron que estaba de 34+6, pesa ya 2550 gr. El fémur casi 7 cm (es de pierna larga como el padre) y la cabecita 8,7 cm de diámetro. Todo normal. También le miró el corazón, la espalda, los riñones y la circunferencia abdominal. Nos dijo que era niña (aunque con el Harmony ya no había duda) y que está en posición cefálica, con la espalda hacia mi lado izquierdo y las piernas hacia el derecho, haciendo una L (ya digo yo que tiene pierna larga y hacia arriba no le caben jeje).

La sorpresa vino al final de la visita, cuando yo ya pensé que se acababa. El médico nos dijo algo como: "hacemos zoom, agrandamos aquí y le doy a este botón..." Y le dio. Y apareció la carita de Celia en 3D y casi nos da un pasmo. No contábamos con ello para nada y de repente vimos la cara de nuestra hija. J. se quedó con la sonrisa ya permanente para el resto de la mañana y yo no pude dejar de llorar las siguientes dos horas.

Lo primero que logré decir es que la nariz es igual a la mía y el médico y J. se reían. Después fijándome bien en cada detalle, creo que es una mezcla increíble de los dos, aunque no deja de ser una eco y no se ve del todo bien. Pero la nariz sí que no hay duda :-) Juzgad vosotros mismos: esta es Celia y una foto mía con 15 días:



Yo creo que hasta el médico se emocionó algo al ver nuestra reacción y nos imprimió la foto y todo. La verdad es que se portó genial. Me encanta este médico. Fue el que nos hizo también la eco de contingencia y transmite mucha tranquilidad.

Siempre había dicho que nunca me haría una eco 3D o 4D porque lo veía totalmente innecesario, pero esta sorpresa inesperada fue uno de los mejores días de mi vida con diferencia.