miércoles, 18 de marzo de 2015

Érase un bebé durmiendo encima de una oveja...

Pues parece que después de 7 meses hemos dado en el clavo! Llevamos 3 días con el "método oveja" y parece que funciona...

Resulta que cuando estaba embarazada compré una piel de oveja en Ikea pensado en ponerla al lado de la estufa de leña y poner ahí a Celia tumbadita para que jugase calentita. Cuando comenzó el invierno, la sacamos y la colocamos en el suelo, pero se manchaba mucho... así que la pusimos en su hamaquita. El invento le encantaba, porque la hamaca en cuestión era bastante grande y con la piel de oveja estaba más recogida y mullida.

Esta es la piel en cuestión

El caso es que nunca ha querido dormir en su cuna. El colchón es bastante duro y creo que nota mucho el cambio de los brazos o la hamaca al colchón y se despierta. Al final, acabo durmiéndola con la teta y en mi colchón, lo cuál no me molesta... pero si duerme en su colchón, tenemos más sitio y se despierta menos con mis movimientos.

Hace 3 noches, a J. se le ocurrió llevarla a la cama directamente con la piel y acostarla en su cuna encima de la oveja... y funcionó! Hasta las 3 a.m. del tirón.Y durmió mucho más tranquila. Repetimos ayer y hoy y lo mismo. Mucho mejor! Y así, al menos, la primera parte de la noche está en su cuna y yo puedo conciliar mejor el sueño.

Me habían comentado que también se usa la piel de oveja en países nórdicos en los carritos de los bebés, para protegerlos del frío. Y otra ventaja es el contacto con pelo animal puede ayudar a prevenir alergias.

Por cierto, yo antes de ponérsela, la lavé. Quedó echa un churro, la tuve que tener casi 2 semanas secando y acabé cepillándola para que quedara esponjosa otra vez.

Así que seguiremos con el "método oveja"... ya me contaréis si lo probáis!