miércoles, 30 de julio de 2014

A una semana de la FPP!

Sí señoras, hemos llegado hasta aquí aún siendo una sola... parece que la señorita no tiene muchas ganas de desalojar.

La última eco la tuve el día 3 de Julio y hoy es 30 de Julio... ha pasado casi un mes sin noticias de qué pasa por ahí dentro y ya estoy impaciente... Ya se que estoy un poco mal de la cabeza, pero os confieso que hasta pensé ir por urgencias (sería la única manera de que me hicieran una eco, monitores o lo que sea) con cualquier excusa para que me digan qué hace Celia por ahí dentro, si se encuentra bien, si le queda líquido suficiente, etc. Esto no se lo he dicho aún a nadie porque me da vergüenza... pero hasta he pensado en ir yo sola sin contárselo a J. que seguro que me haría ver las cosas de forma racional no me dejaría ir :-)

Mañana tengo matrona, pero me temo que será más de lo mismo: tomarme la tensión y escuchar el latido de la peque, así que tampoco tendré toda la información para quedarme tranquila. Y el jueves que viene sí que ya será el gran día: Primeros Monitores!!... Donde podré desquitarme y machacar al/la pobre gine de turno a preguntas...

En cuanto a los síntomas, estas últimas semanas han sido las más durillas. Nada del otro mundo, sigo pudiendo caminar, subir y bajar, nadar, etc. pero sí que he tenido algún que otro achaque:

- Síndrome del túnel carpiano: básicamente no puedo abrir y cerrar las manos normalmente, las tengo como dormidas y sin fuerza. Es una sensación bastante desagradable pero ya me estoy acostumbrando. Eso sí, no me pidáis que abra el bote de los espárragos...

- Hinchazón en piernas, cara, manos y otros sitios varios: el calor ha llegado y por momentos parezco un globito. Los anillos hace tiempo que me los saqué, porque veía un día no iba a poder quitarlos... Lo que mejor me va para deshincharme es nadar y estar a remojo en la piscina. Si estoy un día sin ir, ya lo empiezo a notar. Da pereza, porque todo cuesta mucho más con el peso y el barrigón, pero vale la pena volver a casa como nueva. Además, estoy super contenta porque tenía un bikini monísimo que no me podía poner porque me quedaba grande en el pecho... y ahora lo lleno de sobras, no veáis qué escotazo se me está quedando!

- Dolor en la pelvis: sobre todo cuando estoy mucho tiempo quieta y me pongo en movimiento (por ejemplo por las mañanas, cuando me levanto de la cama), empiezo a tener un dolor en la pelvis que no es normal... parece que hubiera montado a caballo! Se me pasa una vez entro "en calor".

- Síndrome de la "niña inquieta": este no lo he visto documentado, pero es verídico. He leído en todas partes que cada vez tienen menos sitio y se mueven menos... pero Celia cada vez se mueve más. Interactúa conmigo cuando le hago cosquillitas en los pies (los tiene estratégicamente aplastados contra mi pulmón derecho) y cuando estoy comiendo es una fiesta... a veces hasta me tengo que poner de pie para poder coger algo de aire!

- El sueño: esto es lo positivo, cada vez voy durmiendo algo más. Esta noche ya he batido el record con unas 10 horas (no seguidas, pero han estado fenomenal).

- El ombligo: creo que no lo he comentado nunca, pero después de tener un ombligo de esos tan profundos como un pozo sin fondo... ahora lo tengo casi casi para afuera... sólo falta que Celia lo remate con una patada certera por dentro.

- Otros síntomas: lo peor es que me he enganchado a "Un bebé por minuto" por youtube y no puedo dejar de ver capítulos... incluso algunos los he repetido. Ya soy una experta en partos de toda clase! No puede ser más triste esta afición... y sí, tengo muchas cosas que hacer (sigo trabajando), pero en cuanto tengo un rato, ahí que me engancho!
Otro síntoma son los nervios familiares... mi madre está histérica, pero es que mi suegra también y hasta J. ya está ansioso, mis cuñados, etc. Incluso los vecinos están pendientes... el otro día vino una a preguntarme porque oía a L. ladrar mucho y pensó que podría estar pasándome algo :-)

Y por último, las que habéis leído mi entrada sobre la operación de T., comentaros rápidamente que aún sigue con los puntos y ya está mejor... pero el domingo tuvimos que ir de urgencias al vete porque se retorcía de dolor y no había manera de calmarla. La tuvieron que sedar y todo... Ya está bastante mejor y, en principio, el viernes le sacan los puntos. De todas formas, me alegro de haberla operado antes de que venga la peque, porque he tenido que estar muchas horas con ella y muy pendiente. No ha sido un postoperatorio nada fácil... comparado con U. o con L., la pobre T. lo ha pasado mucho peor.

sábado, 26 de julio de 2014

La habitación de Celia, mamá y papá

La semana pasada terminamos de arreglar la habitación donde dormiremos los tres. Como ya sabéis, la casita tiene más de 300 años, hacía más de 30 años que no vivía nadie aquí y seguramente más de 100 donde nadie había reformado nada... así que hemos tenido que hacer una reforma con mayúsculas.

La que va a ser nuestra habitación es la única que da a la fachada principal, por lo que tiene el privilegio de tener balcón.

Aunque la casa estaba muy mal, esta habitación no era de las peores... o por lo menos yo desde el principio ya le vi potencial y decidí que sería la nuestra. Debe estar partida, porque el tabique del fondo (donde están las sillas),  es el que dividió la casa y la fachada en dos con una línea vertical. En la otra mitad de la casa viven nuestros vecinos.

Este es el antes
La habitación tiene otra habitación muy pequeñita dentro (aunque seguramente antes de cortar la casa por la mitad, sería más grande). Le llamaban la "habitación del oro" (a la derecha, las fotos del medio y la de abajo). Cuenta la leyenda que ahí era donde guardaban el oro y que lo entraban a paladas... aunque os puedo asegurar que si había oro, ya no queda nada de nada. Lo que sí que confirma la leyenda es la cantidad de cerrojos que tenía la puerta de esta habitación, que era mucho más segura que las otras.

Parece que después esta habitación pasó a ser la habitación de la panadería, porque la puerta  de la habitación de oro está llena de anotaciones de cuánto pan se llevaba cada cliente y cuánto dejaban a deber. Me gusta tanto que la he dejado tal cuál y aún se puede leer la letra curva cuidadosamente manuscrita.

En esta habitación pusimos suelo, cambiamos el balcón por uno de madera y doble cristal, pusimos electricidad y pintamos (aunque de un color bastante parecido al original). La habitación del oro ha pasado a ser un vestidor, pero eso será otro post.

El resultado final ha sido el siguiente:


La decoración ha sido otra vez "low cost".

La cama y el colchón son de Ikea, al igual que la cunita de Celia (modelo Singlar adaptado como cuna de colecho, 19,99€).



Los cuadritos me los hizo una amiga de Coruña como regalo de boda. Son de cerámica y en uno pone el nombre de J, en otro mi nombre, el tercero el nombre de mi pueblo (donde nos casamos) y en el último, la fecha (1.9.12).


La lámpara es de cristal hecha a mano, también de Ikea, pero comprada en el apartado de últimas unidades a 5,99€ (cuesta 19,95€).

El balcón falta barnizarlo, porque el color original es tirando a naranja y lo he cambiado en el resto de ventanas por un color roble oscuro, pero con el embarazo me quedaron los tres balcones de la fachada sin barnizar.


El cojín es de terciopelo color vino (lo he hecho yo con un retal), a juego con la cortina de seda natural (Zara home rebajas: 90€ precio inicial, 9,95€ precio rebajado... un chollazo!) y también a juego con el color de los cuadros (que están anonimizados, como podéis ver jeje).




La funda nórdica es de Zara Home también. No recuerdo el precio, pero también la compré en rebajas. Es de algodón y tiene los bordes de encaje beig, aunque entre el pie de la cama y la cuna no luce lo que debería.

Por último, pusimos una alfombra que compramos en Suecia en el viaje de novios y que también nos hace juego con los colores de la habitación y nos recuerda lo bien que lo pasamos.



En esta foto podéis apreciar mejor la puerta de la "habitación del oro" que ahora es vestidor y la puerta de entrada a la habitación. La puerta no es la original (era de 1,65 de altura y J. mide 1,86), pero también es antigua. La compramos en un derribo con su marco original y la restauramos y pintamos con esmalte color blanco mate. 


¿Qué os parece el resultado? A mi me ha vuelto a sorprender lo bien que ha quedado teniendo en cuenta la poca inversión y la necesidad de aprovechar cosas que ya teníamos para no pasarnos del presupuesto.

Como curiosidad, os diré que aún no hemos dormido ahí, la tengo preparada para dormir cuando lleguemos del hospital con la peque. Así que hasta que seamos tres no la estrenaremos :-)



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martes, 22 de julio de 2014

Convaleciente

Pero no yo, sino T.T.

A punto de cumplir un añito (en Agosto), hemos decidido esterilizarla. Queríamos haberlo hecho antes, pero dudábamos por dos cosas:

Primero, porque es muy chiquitita de tamaño. De pequeña cuando la recogimos de la calle tenía todas las "itis" que pueda tener un gato y creo que, por ese motivo, se ha quedado más pequeña de lo habitual. Ahora mismo pesa 2 kg 600 gr.

Y segundo, porque no sale de casa. Como vivimos en el centro del pueblo y ella no desconfía de nada ni de nadie, me da miedo que la pueda coger un coche, un perro o lo que sea. Por eso, la tenemos siempre dentro, con toda la casa a su disposición. Y cuando terminemos de arreglar el jardín, pondremos un buen cierre para que no se pueda ir y también la dejaremos estar por fuera.

Sin embargo, hace un par de semanas estuvo en celo y se nos escapó un par de veces. Una de las veces estuvo una hora fuera. La encontró nuestra perra en un jardín cerca de casa. Le pedimos que la buscase y la encontró! Es más lista... no dejan de sorprendernos estos bichitos...

Así que hemos decidido operarla y operarla antes de que venga Celia, para poder estar yo estos días con ella, para que no se lastime, que no se abra los puntos, darle de comer y beber mientras tenga el isabelino, etc.

La operaron ayer por la tarde y esta mañana ya no podía tener más mimos, así que he hecho la vista gorda y la he dejado dormir en nuestra cama...


No sé si es por el embarazo, pero no me puede dar más pena. Me ha costado muchísimo tener que dejarla en el veterinario ayer. Y para ir a buscarla, fui con J., no quería ir sola.

Ahora sólo espero que llegue el día 1 que es cuando le tienen que quitar los puntos y que Celia se espere también hasta entonces!

Mejórate pronto T.T.!

miércoles, 16 de julio de 2014

Rincón de lactancia

A la pobre Celia antes de que nazca ya le hemos usurpado la habitación.

Después de lo bonita que había quedado con la cunita... ahora que se acerca el momento hemos pasado la cunita a la que será nuestra habitación (os enseñaré más adelante cómo ha quedado) y he aprovechado su habitación para hacer un rinconcito de lactancia donde podamos estar cómodas, solas (o con el papá) y fresquitas.

Este es el resultado:



Como veis, conseguimos el papel de la pared que nos faltaba y ya hemos colocado la cortina. También he colgado en la ventana un cuadrito con la foto en 3D que nos dieron en la eco.

Hemos comprado la hamaca Poang (me la han regalado mis padres por mi cumpleaños) en este estampado que además nos va con los colores de la habitación. Aunque la elección del estampado fue un poco forzada porque con los gatos necesitábamos la tapicería más resistente y esta, al ser de loneta, era la que más seguridad nos daba.

También he puesto esta mesita que me encanta. La restauró mi padre y me resulta muy cómoda para tener un apoyo para los pies. Y, seguramente, más adelante la utilizaré para dejar encima el agua, móvil, ordenador, etc.

El cambiador aún lo tenemos en la habitación, pero la idea es pasarlo al baño para más comodidad por si hay que lavarle el culete :-)

¿Os gusta el resultado?


domingo, 13 de julio de 2014

"Ahí te va una que no quiere la epidural!"

Así pasé de la consulta de la enfermera encargada de hacerte el electro a la consulta del anestesista. La frase es literal, aunque la enfermera era muy maja y creo que lo hizo más de broma que por ofender. O eso, o es que ya estoy tan escamada con todos los comentarios que he tenido que oír que ya no me lo tomo a mal.

Pues sí, señores, no quiero la epidural. Y no lo digo con la boca pequeña por si tengo que "retractarme". No la quiero y punto. Es mi decisión.

Intento no hablar del tema, pero alguna vez me han preguntado (y ahora en las últimas visitas al hospital ya es inevitable que te lo pregunten) y lo que suele pasar es:

- Te recuerdan que puede ser cesárea, parto instrumentalizado, etc. y que entonces te la pondrán sí o sí. Evidentemente, si es una cesárea no tengo ganas de que me abran en canal a pelo, ya soy consciente. También soy consciente de que puede pasar cualquier cosa y terminar el parto como nunca habías imaginado. Voy con la mente abierta a que pueda pasar cualquier situación en caso de imprevistos, pero suponiendo que el parto sea normal: no quiero epidural.

- "Uy, ya veremos al final qué pasa" o mi frase favorita: "igual no aguantas y la pides a gritos". Aquí también difiero. No es cuestión de aguantar o no aguantar, de que haga frío o calor o de que duela más o menos. Es una decisión. Mi decisión es no ponérmela y no me la pondré en un parto normal. Todas conocemos mujeres que se la han puesto y mujeres que no. Creo que mi cuerpo está tan preparado como el de cualquier mujer para pasar por ese dolor y quiero pasarlo. He hablado con J. largo y tendido sobre el tema y tiene claro que es lo que quiero y que tendrá un papel importante apoyándome en los momentos de flaqueza.

- "Si luego te tienen que intervenir de urgencia tendrá que ser todo más precipitado" (mi matrona dixit): esto es lo único que sí que me parece coherente, pero de todas formas, supongo que siempre hay algo de margen para poner anestesia epidural, general o lo que se requiera a última hora en caso de que algo salga mal. En la consulta de la semana pasada me hicieron el electro pertinente y también dejé firmadas todas las autorizaciones por si me la tienen que poner.

Ojo, no es que me crea más valiente ni más especial por no ponérmela. Para nada. Es una decisión personal, informada y muy muy meditada. No os voy a explicar aquí cuáles son estas razones, porque muchas quizás ni las puedo verbalizar. Es algo que forma parte de mi forma de ser y de lo que estoy segura es de que quiero experimentarlo. Para mi se trata de una decisión como ponerse un piercing o no: no vas a ser más "guay" por ponértelo o no ponértelo. No tienes nada que demostrar.

Es triste decir que al principio del embarazo, gracias a este tipo de comentarios, no me atrevía a tenerlo demasiado claro por lo que "pudiera pasar" y era de las que decía con la boca pequeña: "claro, claro, voy a ver cómo va e igual la pido". Ahora la situación es diferente. Me atrevo a decir que no quiero la epidural, así que en una situación normal (sigo con la coletilla...), no me la pondré. Para mi es como si no hubiera esa opción. Uno de los libros que han hecho que pueda afirmar sin reparos que mi decisión es no ponérmela ha sido "Parto seguro" de Beatrijs & Croon, Mariólle Smulders. La decisión ya estaba tomada, pero el libro me ha ayudado a dar el paso y saltarme la precaución para con los demás de no decir claramente lo que quiero en ese día. Quizás he encontrado en el libro la respuesta a algo que me ha faltado por parte de los profesionales: hacerme sentir que puedo conseguir parir como yo quiero.

Si finalmente pasa algo por lo que sí o sí tenga que ponerme anestesia/analgesia o lo que se requiera, tampoco tengo ningún problema. No creo que sea para nada un fracaso ni me llevaré una desilusión.

Y a vosotras, ¿os ha costado/os costará tomar esa decisión (ponérsela o no ponérsela) o lo teníais/tenéis claro desde el principio? ¿Os apoyaron/apoyan en vuestra decisión?



lunes, 7 de julio de 2014

La carita de Celia

El jueves pasado, el 3 de Julio (un día antes de mi cumpleaños) tuvimos la última eco. Como ya sabéis, nos hemos decidido por la Seg. Social, así que íbamos preparados para una eco normal, donde nos confirmaran que estaba todo bien, el peso y la posición de la peque.

En el hospital nos habían dado un papelito donde pone que no puedes hablar ni hacer preguntas mientras te están haciendo la eco, etc. para no interferir en el trabajo del ginecólogo. Digamos que el trato al final es más flexible, pero en las otras ecos no dejó de ser un tanto distante.

Fue muy bonito poder volver a verla cómo se movía... llevábamos desde la semana 20 (unas 15 semanas) sin verla y ya lo echaba mucho de menos. Y por supuesto, también quería que me confirmaran cómo iba todo por ahí dentro.

Me dijeron que estaba de 34+6, pesa ya 2550 gr. El fémur casi 7 cm (es de pierna larga como el padre) y la cabecita 8,7 cm de diámetro. Todo normal. También le miró el corazón, la espalda, los riñones y la circunferencia abdominal. Nos dijo que era niña (aunque con el Harmony ya no había duda) y que está en posición cefálica, con la espalda hacia mi lado izquierdo y las piernas hacia el derecho, haciendo una L (ya digo yo que tiene pierna larga y hacia arriba no le caben jeje).

La sorpresa vino al final de la visita, cuando yo ya pensé que se acababa. El médico nos dijo algo como: "hacemos zoom, agrandamos aquí y le doy a este botón..." Y le dio. Y apareció la carita de Celia en 3D y casi nos da un pasmo. No contábamos con ello para nada y de repente vimos la cara de nuestra hija. J. se quedó con la sonrisa ya permanente para el resto de la mañana y yo no pude dejar de llorar las siguientes dos horas.

Lo primero que logré decir es que la nariz es igual a la mía y el médico y J. se reían. Después fijándome bien en cada detalle, creo que es una mezcla increíble de los dos, aunque no deja de ser una eco y no se ve del todo bien. Pero la nariz sí que no hay duda :-) Juzgad vosotros mismos: esta es Celia y una foto mía con 15 días:



Yo creo que hasta el médico se emocionó algo al ver nuestra reacción y nos imprimió la foto y todo. La verdad es que se portó genial. Me encanta este médico. Fue el que nos hizo también la eco de contingencia y transmite mucha tranquilidad.

Siempre había dicho que nunca me haría una eco 3D o 4D porque lo veía totalmente innecesario, pero esta sorpresa inesperada fue uno de los mejores días de mi vida con diferencia.