martes, 25 de febrero de 2014

Renuncias...

No sé si sabéis que trabajo como freelance. Todo empezó cuando decidí irme de mi anterior empresa en Mayo de 2013 e intentarlo por mi cuenta junto con otros compañeros que ya se habían puesto antes por su cuenta.

En Septiembre nos mudamos a la casita de Huesca, porque yo teletrabajo casi siempre y J. consiguió un trabajo en Zaragoza donde teletrabaja el 50% del tiempo, así que puede ir y venir sin problema 2-3 días a la semana.

Durante este tiempo me ha ido mal, peor y a veces algo mejor... no vendo churros, así que no es fácil poder competir con otros como tú, empresas grandes, medianas, etc. Tampoco hay trabajo para todos, así que es una lucha continua, de jornadas de 10 horas al día, que no siempre tiene frutos.

Por el camino me puse a buscar algo en Zaragoza, para al menos no tener que estar perdiendo dinero cada mes pagando autónomos, porque visto lo visto, ganaría más como camarera (como en mis tiempos mozos) que como "freelance guay", pero no he encontrado nada  a pesar de hincharme a mandar CV para las cosas más variadas.

Para no desaprovechar oportunidades, me he puesto a estudiar como hobby una oposición (aunque como no tengo experiencia en el sector público, casi es imposible que consiga plaza, pero por intentarlo que no quede).

Finalmente, desde hace cosa de un mes o dos, parece que la cosa se ha arreglado bastante. Gané un proyecto grande, tengo alguno más que puede ser que entre y voy haciendo cosillas para otras dos empresas que por lo menos no dejan mi saldo como autónoma en números rojos cada día.

Además, al estar embarazada... no es el mejor momento para ir a buscar trabajo, pedir la baja por maternidad dentro de 4 meses, etc... así que sigo adelante cada día con la ilusión de que, por lo menos, el hecho de trabajar desde casa (y desde esta casa) me hará muy feliz cuando llegue Celia y pueda pasar tiempo con ella.

Pero esta mañana recibí una llamada de Barcelona, de una persona de RRHH ofreciéndome una entrevista para un puesto de lo mío, en una gran multinacional donde siempre he querido trabajar... vamos, la oportunidad perfecta y... tuve que decirle a la simpática chica que no.

Es una decisión mía, meditada, consensuada y consciente... pero cuando colgué el teléfono me dio una pequeña punzada en el corazón... pensar en lo que he sido, podría haber llegado a ser y no voy a poder ser hasta dentro de bastante no deja de dolerme.

Ya no sólo es por Celia, es por el estilo de vida que he escogido vivir, por el tipo de crianza y de vida en el que creo y quiero. Hoy, seguramente he perdido un trabajo de muchos 0 y con una gran carrera profesional, pero no he renunciado a disfrutar más tranquilamente del hecho de ser madre ni a vivir en el campo, como siempre he querido...

Si tener lo tengo claro... pero no deja de joderme...

31 comentarios:

  1. ufff, era mejor no recibir esa llamada...

    Piensa que embarazada y con un bebé trabajar desde casa es un lujo, aunque no creo que sea fácil tampoco, pero bueno, podrás ir adaptando horarios y si te fueses a Barcelona estarías lejos de tu familia.

    Pero entiendo que tengas la sensación de dejar pasar una buena oportunidad.

    De todos modos, lo has tenido claro? pues no le des mas vueltas, olvídalo, además dices que últimamente te va mejor, agarrate a eso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, sí... supongo que se me pasará enseguida... así es la vida! Hay que renunciar a cosas para conseguir otras... :-)

      Eliminar
  2. Suele pasar, cuando tomas una decisión sobre tu vida ... y zasssss!!! te llaman con una gran oferta que en otras circunstancias nunca hubieras rechazado. Me siento super identificada contigo. Yo he renunciado un buen trabajo porque no iba con mi estilo de vida ni con quien yo quería ser. Y uno no puede estar luchando toda la vida contra lo que no es.
    Piensa que al menos tienes claro lo que quieres, que ya es mucho.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vaya... qué difícil a veces la vida, verdad? :-) En mi caso el trabajo sí que tiene que ver con quien quiero ser... pero el sitio no es el adecuado :-)

      Eliminar
  3. Si es lo que siempre has querido y lo tienes, has dicho que no al trabajo, pues no le des más vueltas.
    Piensa que muchas querían estardonde estas tú, en tu casita preciosa, embarazada y pronto disfrutando y criando de tu bebé.

    Mira cuando me llamaron para la FIV acababa de llegar donde quería en mi empresa, cuando cogí la baja, no me importó nada porque mi bebé era lo que más quería y te digo más lejos de volver me cogí los 3 años de excedencia solo para estar con él.

    Seguro que es la decisión acertada, y si no lo es, como ya no hay vuelta a trás, no pienses más en ello.

    Besossssssssss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Anda, qué casualidad... llegar justo cuando te quedas embarazada... parece a propósito...
      Muy bien hecho lo de los 3 años de excedencia si podéis. Yo tenía una compañera en mi último trabajo que se cogió un año cuando tuvo el bebé, pero ella estaba en otras condiciones de sueldo, puesto, etc. Yo no hubiera podido, no me hubiesen esperado...
      Tienes razón! Ahora adelante y a trabajar, que se me acumula la faena del pluriempleo este chungo que tengo :)

      Eliminar
  4. Piensa que es posible que hayas perdido un trabajo pero vas a ganar calidad de vida y quizás ahora no te des cuenta pero cuando tengas a Celia contigo agradecerás enormemente la decisión que has tomado. A mi me encantaría poder cuidar de mi hijo (el día que lo tenga) como mínimo el primer año pero lo veo muy difícil y es algo que me fastidia muchísimo, así que no le des mas vueltas. Besicos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes razón.. si desde que me fui (llevaba trabajando para otros desde los 18 sin ningún descanso) hasta se me ha regulado el tiroides! Y eso que tranquila, tranquila no soy y me estreso bastante.. pero no es lo mismo que estar 12 horas en la oficina o visitando cliente tras cliente, comer en 5 minutos en el ordenador y dejarte la piel como si la empresa fuera tuya. La única ventaja que tenía era el sueldo y que me pagaban cada mes.
      Y yo también lo veía dificilísimo poder cuidar del bebé. Incluso lo veo complicado ahora, porque si dejo de trabajar con esta gente no me van a esperar, pero me lo podré combinar (creo). Pero las cosas a veces cambian cuando menos de lo esperas y todo se pone en su sitio :-) Ya verás como cuando llegue el momento encontrarás alguna solución!
      Besos

      Eliminar
  5. Yo creo que tienes que ver esa llamada como algo bueno. Tienes la suerte de poder vivir la vida que deseas e incluso de poder decir que no a algo bastante bueno. Yo a todo esto lo llamaría ser muy afortunada. Sin duda eres muy afortunada.
    Renunciando a ese trabajo le vas a dar a tu hija cosas que valen muchísimo más. Como por ejemplo que todos los días pueda comer en la mesa de su casa junto a sus padres.
    Sabes? Yo algunas veces me pregunto que cómo soy tan egoísta de querer traer al mundo a una criatura con la vida que le voy a dar, trabajando todo el día. Y viviendo en una ciudad en la que no tengo absolutamente a nadie, en la que es raro que un vecino te diga algo más que buenos días, y en la que los niños pasan más tiempo en guarderías, comedores o con abuelos que con sus propios padres.
    Así que alégrate por esa llamada, porque puedes decirle al mundo "me han llamado y he dicho que no!".

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me has emocionado con tu comentario, ayer cuando lo leí se me escapó alguna lagrimilla.
      Yo he estado en tu lugar 12 años y pensaba a menudo cómo sería el día que tendría hijos, hasta que conocí a J. y sabía que estaríamos los dos en eso, que haríamos encaje de bolillos cuando se pusiera malo y que si se tenía que quedar en la guarde se quedaría y no sería un drama, pero seríamos los mejores padres del mundo igual. No te agobies que ya verás como todo encaja al final y conseguís que vuestro hijo sea el más feliz!
      Besos!

      Eliminar
  6. Completamente de acuerdo con Toietmoi. Lo que vas a hacer tú es mi sueño hecho realidad, trabajar desde casa y poder cuidar a tu niña.
    En mi caso, aunque también vivo en el campo, tengo un trabajo de oficina por el cual tengo que viajar bastante. Y te puedo asegurar que tener que irte una semana y dejar a tu niño en casa es lo peor. El mes de noviembre fue durísimo para nosotros. De cuatro semanas que tiene el mes tuve que hacer tres viajes, uno por semana (de lunes a viernes) y lo llevé muy, muy mal. Cuando porfin volví a casa me tuve que enfrentar a una huelga de lactancia y a un bebé que se asustaba siempre que me perdía de vista. Los niños tienen que estar con sus padres y punto. Cuando no se puede es cuando hay que empezar a hacer encaje de bolillos para tratar pasar con ellos el máximo tiempo posible.
    Mi consejo: disfruta al máximo de tu embarazo, de tu niña cuando nazca y de tu nueva vida. Lo primero es lo primero y el trabajo es el trabajo.
    Un beso!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uff qué mal lo de los viajes! Te puedo entender, pero ni me quiero ni imaginar cuando tienes al peque en casa... Pero es lo que hay y no se puede hacer otra cosa. Yo por ahora voy a apostar con esto, pero hay una hipoteca detrás y unos gastos y si algún día no puedo, pues no puedo y me buscaré un trabajo de lo que sea. No somos peores madres por trabajar muchas horas fuera, pero es cierto que debe ser mucho más duro, sobre todo, para nosotras mismas.
      Y comparto la frase de "el trabajo es trabajo", siempre la digo... pero pasas tantas horas rompiéndote los cuernos con él que claro.. entre tener uno chulo y bien pagado y otro que es un marrón y no está casi pagado.. jejeje
      Además, tu peque tiene suerte de poderse criar en un entorno rural, que es una parte de mi sueño... y en Galicia.. que ya más que un sueño sería para mi una utopía!
      Besos!

      Eliminar
  7. no te preocupes, has hecho lo mejor para ti.. muaks

    ResponderEliminar
  8. ¿Y lo bonito que es poder decidir? al menos tienes otros trabajos que te permiten seguir con tu vida adelante. Con eso te puedes dar con un canto en los dientes. No te vas a sentir realizada profesionalmente, pero yo creo que lo que ganas es muchísimo más. Poder criar a tu hija sin tener que dejarla tan pequeñita en manos de otros y trabajar en casa, te lo va a permitir. Ya habrá tiempo para todo. Creo que no pierdes nada por haber dicho a esta empresa que no (ya que tienes trabajo, si no lo tuvieras y la cosa estuviera muy negra, otro gallo cantaría).

    Eso, sí, una cosa no quita la otra y entiendo que te de coraje tener que haber dicho que no, más, sabiendo que es una empresa que te gusta tanto y que estaba genial pagado.

    ¡Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, al menos se que sigo en el mercado jejeje que no está mal saberlo!
      Y tienes razón, ya habrá tiempo para todo. Mi plan ideal sería ahora mismo que en cuanto la peque tuviera ya una edad suficiente (aún no sé cuál), buscar trabajo en Zaragoza de lo mío... que digo yo que alguna cosa saldrá!
      A J. por ahora le va estupendamente... así que por qué a mi no?
      Y mientras tanto, a darlo todo con este trabajo a ver qué sale y hasta donde llego, que al menos tengo la oportunidad de trabajar, que no es poco.
      Besos!

      Eliminar
  9. Ser madre y desear trabajar te pondrá muchas veces en esa situación de tomar decisiones y echar de menos lo que no elegiste, vivimos con el corazón dividido.

    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente! Es una sensación extraña, porque por una parte me siento convencida de una cosa, pero también echo de menos la otra...

      Besos!

      Eliminar
  10. Yo hubiera tomado la misma decisión, porque ahora que llevo 3 meses como madre de la bichilla y ando cada día más desencantada con el trabajo que realizo, muchas veces pienso en idear algo para poder subsistir desde casa cuando me toque reincorporarme tras la baja maternal ¡pero no se me ocurre nada de nada!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya... es que tu trabajo (bueno, tu jefa), por lo que has contado a veces.. tela marinera! A ver si puedes encontrar alguna otra cosa que te llene más! Yo la verdad es que tampoco puedo hablar en ese entido porque no estoy demasiado "contenta". Tengo que agarrarme a lo que sea y no siempre es el tipo de trabajo que me gusta.. pero es lo que hay :-)

      Eliminar
  11. Hay que ver como cambia la vida un hijo!!! pero animo... ya veras como te salen clientes!... Con Celia estaras entretenida! aunque lamentablemente en la sociedad en la que vivimos no se puede ser madre y ademas crece laboralmente... Por otro lado... no te vayas del pueblo! que me tienes que terminar la casa chula que tienes y disfrutarla con tu familia!!! Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jeje a ver... ojalá podamos seguir aquí. Y si no, mira, carretera y manta otra vez. Tampoco pasa nada, ya saldremos adelante!
      Besos!!

      Eliminar
  12. te entiendo bien, pero cuando nazca celia aûn menos pensaràs en 'aquella-llamada-que-recibiste-de-bcn'... yo vivo tb en el campo-monte y nos dedicamos a nuestras labores, y sobre todo a criar a nuestra hija. con una carrera universitaria y posibilidad de buen sueldo, pero viviendo de una manera simple por elecciôn. saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vaya! No tenía ni idea! A veces me siento como un bicho raro :-)
      Me gusta lo del campo-monte :-) Por tus preciosas fotos debe ser un sitio espectacular.
      Besos!

      Eliminar
  13. Yo no lo llamaría renuncias sino prioridades. Te fastidia porque seguro que cuando vivías en barcelona te habría gustado tener un trabajo así pero piensa en la razón que os hizo marchar de allí. Seguro que fué una decisión meditadísima de dos personas que deciden el tipo de vida que quieren llevar.
    Si siguen bien las cosas en tu curro freelance podrás tener una vida maravillosa sin el estrés de la ciudad y teniendo a tu niña a tu lado. Eso es un sueño para muchos así que estate feliz. El tiempo pone todo en su sitio.
    Un besito y ánimo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Isa, sí, a lo que me agarro en momentos de debilidad cuando me pondría a enviar curriculums como una loca a Bcn y a Madrid es a las sensaciones que tenía cuando "ya no podía más".
      Lo del "no estrés" es una utopía, por lo menos para mí, que soy una estresada de la vida! Jejeje Pero sí que es diferente, no es lo mismo ni de lejos. Y seguro que con la niña aún me relajo más para poder disfrutar de los momentos que tengamos juntas sin preocuparme por cosas del trabajo :-)
      También llevamos sólo 6 meses aquí y son muchos cambios...supongo que es lo que tú dices, es cuestión de tiempo :-)
      Besos!!
      PS: tú qué tal vas?

      Eliminar
  14. Eres una valiente y una luchadora. No me cansaré de decírtelo. Hay poca gente con las ideas y los valores tan claros en el mundo!

    ResponderEliminar
  15. Me imagino como te sientes ya que a mi me paso mas o menos lo mismo, por diferentes circunstancias tuve que pasar por algo parecido y dejar el trabajo. Pero también es cierto que ahora que tengo a mi peque y que todos los días veo su sonrisa me hace olvidar lo mal que lo pase aquellos días... Eso sí, también sé que no dejaré de luchar por mis sueños laborales.

    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  16. No te imaginas cuanto te entiendo. Yo nací en Madrid, y por decisiones de mis padres en la adolescencia nos fuimos a vivir a un pueblo de 6000 habitantes que en un principio yo aborrecía. Pero mira como son las cosas, allí conocí al que hoy es mi marido, y empecé a verlo todo de distinto color. Volví a Madrid a estudiar, estuve un par de años trabajando en mi sector pero con cosas que no me llenaban y finalmente tomé la decisión de abrir mi propio despacho de arquitectura en el pueblo. No fué fácil, en mi familia me decían que estaba echando mi vida a perder, que iba a ser una fracasada etc etc y mira, ahora cuando llevo aquñi un año y medio, y ya casada con mi chico puedo decir que estoy en el momento más feliz de mi vida, tengo algunos encargos (lo suficiente para ganar lo justo y disfrutar mucho con lo que hago), puedo desayunar. comer y cenar todos los días con mi marido, estoy a 1 minuto andando de la oficina y puedo ver todos los días a la familia más cercana sólo bajando una calle. Así que ahora que estamos en nuestro mejor momento hemos decidido que queremos ampliar la familia, algo que siempre habíamos querido pero nunca nos animábamos. Somos jóvenes, no tenemos mucho dinero, pero lo que estamos deseando es de poder disfrutar todos los días de los nuestros. Y sinceramente creo que poder comer con tus hijos todos los días no tiene precio.

    ResponderEliminar
  17. No te imaginas cuanto te entiendo. Yo nací en Madrid, y por decisiones de mis padres en la adolescencia nos fuimos a vivir a un pueblo de 6000 habitantes que en un principio yo aborrecía. Pero mira como son las cosas, allí conocí al que hoy es mi marido, y empecé a verlo todo de distinto color. Volví a Madrid a estudiar, estuve un par de años trabajando en mi sector pero con cosas que no me llenaban y finalmente tomé la decisión de abrir mi propio despacho de arquitectura en el pueblo. No fué fácil, en mi familia me decían que estaba echando mi vida a perder, que iba a ser una fracasada etc etc y mira, ahora cuando llevo aquñi un año y medio, y ya casada con mi chico puedo decir que estoy en el momento más feliz de mi vida, tengo algunos encargos (lo suficiente para ganar lo justo y disfrutar mucho con lo que hago), puedo desayunar. comer y cenar todos los días con mi marido, estoy a 1 minuto andando de la oficina y puedo ver todos los días a la familia más cercana sólo bajando una calle. Así que ahora que estamos en nuestro mejor momento hemos decidido que queremos ampliar la familia, algo que siempre habíamos querido pero nunca nos animábamos. Somos jóvenes, no tenemos mucho dinero, pero lo que estamos deseando es de poder disfrutar todos los días de los nuestros. Y sinceramente creo que poder comer con tus hijos todos los días no tiene precio.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué bonito lo que cuentas Laura! Y me anima mucho a mi también. Hay momentos y momentos... algunos en los que echo de menos mis tacones y mi vida "estresada" y otros en los que no tengo ninguna duda... pero las veces que hemos planteado en serio irnos de aquí, lo he visto clarísimo... no quiero renunciar a nuestro sueño ahora... en un futuro, ya se verá...pero hoy por hoy no lo cambio.
      Te deseo lo mejor, que seáis 3 en poquito tiempo y que el trabajo te permita vivir en equilibrio (sin demasiado poco ni desbordada).
      Un beso!

      Eliminar

Gracias por dejar tu comentario!